12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-2 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>11</strong>:58 <strong>Página</strong> 395<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

ya habrían llegado a Francia y nos separaría un mar inmenso, que<br />

incluso para los marineros resulta hostil. ¿Qué no sería para mí, una<br />

mujer que jamás en su vida ha navegado, que jamás ha visto el océano?<br />

<strong>El</strong> mar nos aprisionaría en esta tierra y quedaríamos solas, solas,<br />

sin ayuda. Mejor morir donde estamos. Apenas puedo escribir;<br />

no logro detener mis lágrimas, que no vierto por mí. Deposito mi<br />

confianza en Dios. Y si llegara lo peor, creo que podría soportarlo<br />

incluso sola. Pero mi madre, mi madre enferma, mi madre querida,<br />

que nunca, desde que nací, me ha dedicado una mala palabra, que se<br />

ha mostrado paciente ante mis muchos sufrimientos... Apiádese de<br />

ella, señora, pues si no lo hace morirá una muerte miserable. La gente<br />

habla de ella sin respeto porque es vieja y está enferma, como si<br />

no hubiéramos todos de pasar por lo mismo, llegados a su edad. Y<br />

entonces, cuando los jóvenes envejezcan, pensarán que alguien debe<br />

cuidar de ellos. Pero qué absurdo por mi parte escribirle en estos términos.<br />

Con todo, cuando la oigo tratando de no lamentarse, cuando<br />

la veo sonreír para consolarme, aunque yo sé que sufre; cuando pienso<br />

que ignora lo peor, aunque no tardará en saberlo; cuando recuerdo<br />

que incluso en ese caso no se lamentará... Y yo trato de adivinar<br />

lo que tendrá que soportar, el hambre, la desgracia, y siento que mi<br />

corazón está a punto de partirse y no sé qué decir ni qué hacer. Madre<br />

mía, madre que tanto me ha dado, que Dios te preserve de este<br />

destino. Presérvela usted de él, señora, y Él la bendecirá. Y yo, criatura<br />

pobre y desgraciada, se lo agradeceré y rezaré por usted mientras<br />

viva.<br />

Su infeliz y abnegada servidora,<br />

Lucy Martin<br />

30 de diciembre de 2097<br />

La carta afectó profundamente a Idris, que al momento propuso<br />

que regresáramos a Datchet en auxilio de Lucy y su madre.<br />

Yo acepté partir hacia allí sin más dilación, pero le supliqué que<br />

ella y los niños se reunieran con su hermano, y en su compañía<br />

aguardaran mi regreso. Sin embargo, Idris se sentía muy animada<br />

ese día, y llena de esperanza. Declaró que no consentiría separarse<br />

de mí y que además no había razón para ello, pues el movimiento<br />

del carruaje le hacía bien y la distancia a recorrer era<br />

poca. Podíamos enviar mensajeros a Adrian para informarle de la<br />

modificación de nuestros planes. Se expresaba con gran convic-<br />

395

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!