12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 143<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

maculada te concederá, será un bálsamo excelente... ¡A mí no<br />

volverás a verme!<br />

Raymond se acercó a la puerta. Olvidó que todas y cada una<br />

de las palabras que había pronunciado eran falsas. Representaba<br />

su inocencia con tal convicción que a sí mismo se engañaba. ¿No<br />

lloran los actores cuando actúan sus pasiones imaginarias? Un<br />

sentimiento más intenso que la realidad de la ficción se apoderaba<br />

de él. Hablaba con orgullo. Se sentía herido. Perdita alzó la<br />

vista y vio la ira en su mirada. Raymond apoyaba la mano en el<br />

tirador de la puerta. Se puso en pie y se arrojó a su cuello sollozando,<br />

gimoteando. Él le tomó la mano, la condujo hasta el sofá<br />

y se sentó a su lado. <strong>El</strong>la le apoyó la cabeza en el hombro, temblorosa,<br />

mientras ráfagas abrasadoras y heladas recorrían alternativamente<br />

su ser. Observando su emoción, Raymond le habló<br />

con tono pausado.<br />

–<strong>El</strong> golpe se ha asestado. No me alejaré de ti sintiendo este disgusto.<br />

Te debo demasiado. Te debo seis años se felicidad sin fisuras.<br />

Pero esos años ya han terminado. No viviré bajo sospecha,<br />

siendo objeto de los celos. Te amo demasiado. En nuestra separación<br />

eterna sólo podemos esperar dignidad y rectitud de acción.<br />

Por tanto, no nos degradarán nuestros verdaderos personajes. La<br />

fe y la devoción han sido hasta hoy la esencia de nuestra relación.<br />

Perdidas ambas, no nos aferremos al caparazón estéril de la vida,<br />

al grano sin semilla. Tú tienes a la niña, a tu hermano, a Idris, a<br />

Adrian...<br />

–¡Y tú –exclamó Perdita– a la autora de esta carta!<br />

Un rayo de indignación incontrolable recorrió la mirada de<br />

Raymond. Sabía que, al menos esa acusación, era falsa.<br />

–Alimenta esa creencia –dijo–, mécela en tu corazón, conviértela<br />

en almohada donde repose tu cabeza, en opio para tus ojos.<br />

Yo me conformo. Pero, por el Dios que me creó, el infierno no es<br />

más falso que las palabras que acabas de pronunciar.<br />

A Perdita le impresionó la seriedad impávida de sus afirmaciones.<br />

–No me niego a creerte, Raymond –respondió, sincera–; al<br />

contrario. Prometo demostrar una fe implícita en tu mera palabra.<br />

Asegúrame sólo que no has violado nunca tu amor y tu fe<br />

143

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!