12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 167<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

acontecimientos, no fuera a suceder que, ignorante de la tierra<br />

que atravesaba, condujera a la ruina a quienes le acompañaban<br />

en el viaje.<br />

Tras aquellas explicaciones, que se demoraron durante varias<br />

horas, se despidió de sus amigos y regresó a la ciudad, pues no deseaba<br />

reunirse con Perdita en nuestra presencia, consciente, como<br />

nosotros, de las ideas que ocuparían las mentes de ambos. Perdita<br />

se mostró dispuesta a seguirle, acompañada de su hija. Idris trató<br />

de convencerla para que se quedara. Mi pobre hermana observaba<br />

con aprensión a su consejera. Sabía que Raymond había conversado<br />

con ella. ¿Le habría instigado él a hacer aquella petición?<br />

¿Iba a ser aquél el preludio de su separación definitiva? Ya he escrito<br />

que los defectos de su carácter despertaron y adquirieron<br />

nuevo vigor a causa de la posición nada natural en que se encontraba.<br />

La invitación de Idris suscitaba sus sospechas. Me abrazó,<br />

como si también estuviera a punto de verse privada de mi afecto.<br />

Diciéndome que yo era algo más que su hermano, que era su único<br />

amigo, su última esperanza, me rogó con gran patetismo que<br />

no dejara de quererla, y con creciente angustia partió hacia Londres,<br />

el escenario y la causa de todas sus desgracias.<br />

Las escenas que siguieron la convencieron de que no había alcanzado<br />

aún el fondo del abismo insondable en que había caído.<br />

Su infelicidad adoptaba nuevas formas cada día. Y cada día algún<br />

hecho inesperado parecía culminar la sucesión de calamidades<br />

que se cernían sobre ella, aunque éstas en realidad seguían<br />

produciéndose.<br />

La pasión más destacada del alma de Raymond era la ambición.<br />

La rapidez de su talento, su capacidad para adivinar y encabezar<br />

las disposiciones de los <strong>hombre</strong>s, el deseo sincero de destacar<br />

eran instigador y alimento de aquella ambición. Pero otros<br />

ingredientes se mezclaban con éstos, y le impedían convertirse en<br />

la persona calculadora y decidida que conforma al héroe de éxito.<br />

Era obstinado sin ser firme; benevolente en sus primeros pasos;<br />

duro e implacable cuando se lo provocaba. Y sobre todo carecía<br />

de remordimientos y no cedía en la persecución de cualquier<br />

objeto de su deseo, aunque fuera indigno. <strong>El</strong> amor por el placer y<br />

los estímulos voluptuosos de la naturaleza constituían una parte<br />

167

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!