12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 173<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

me trajo una ganancia, no importa cuál, pues ahora también la<br />

he perdido. Durante muchos meses me he entregado a esta farsa<br />

de majestad, a esta bufonada solemne. Pero basta de necedades.<br />

Seré libre.<br />

»He perdido lo que adornaba y confería dignidad a mi existencia,<br />

lo que me unía a los otros <strong>hombre</strong>s. Vuelvo a ser un solitario.<br />

Y volveré a ser, como en mis primeros años, un viajero, un<br />

soldado de la fortuna. Amigos míos, pues a ti, Verney, te siento<br />

amigo, no tratéis de disuadirme. Perdita, casada con una quimera,<br />

inconsciente de lo que se oculta tras el velo, con un carácter en<br />

verdad imperfecto y vil, ha renunciado a mí. Con ella me bastaba<br />

para representar el papel de soberano. Y en los recodos de vuestro<br />

bosque amado jugábamos a las máscaras y nos creíamos pastores<br />

de la Arcadia, entregándonos a la imaginación momentánea.<br />

De modo que acepté, más por Perdita que por mí mismo,<br />

asumir el personaje de uno de los grandes de la tierra, conducirla<br />

a los escenarios de la grandeza, alterar su vida con un acto breve<br />

de magnificencia y poder. Con él pondríamos el color; el amor y<br />

la confianza, por su parte, serían la sustancia de nuestra vida.<br />

Pero debemos vivir nuestras vidas, no representarlas. Siguiendo<br />

una sombra, perdí la realidad. Ahora renuncio a ambas.<br />

»Adrian, me dispongo a regresar a Grecia, a convertirme de<br />

nuevo en soldado, tal vez en conquistador. ¿Me acompañarás?<br />

Contemplarás nuevos paisajes, conocerás a otras gentes, serás<br />

testigo de la poderosa lucha que allí libran la civilización y la barbarie,<br />

presenciarás, y tal vez dirigirás los esfuerzos de una población<br />

joven y vigorosa por alcanzar la libertad y el orden. Ven conmigo.<br />

Te esperaba. Esperaba este momento, todo está dispuesto.<br />

¿Me acompañarás?<br />

–Lo haré –respondió Adrian.<br />

–¿Inmediatamente?<br />

–Mañana mismo, si así lo deseas.<br />

–¡Reflexionad! –exclamé yo.<br />

–¿Para qué? –preguntó Raymond–. Mi querido amigo, llevo<br />

todo el verano reflexionando sobre este asunto. Y no dudes de<br />

que Adrian ha condensado una era de reflexión en este breve instante.<br />

No hables de reflexión: a partir de este momento, reniego<br />

173

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!