12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 146<br />

Mary Shelley<br />

reflexión sosegada. Meditó sobre qué era lo mejor que podía hacer.<br />

En primer lugar le sorprendió constatar el tiempo que había<br />

transcurrido desde que la locura, más que cualquier impulso razonable,<br />

se había erigido en árbitro de sus acciones. Había pasado<br />

un mes, y durante todo ese tiempo no había visto a Evadne. La<br />

fortaleza de la joven griega, vinculada a algunas de las emociones<br />

duraderas del corazón de Raymond, había decaído en gran medida.<br />

Él ya no era su esclavo, ya no era su amante. Ya no volvería a<br />

verla más y, por lo absoluto de su enmienda, merecía recuperar la<br />

confianza de Perdita.<br />

Y sin embargo, a pesar de su determinación, en su fantasía imaginaba<br />

la miserable morada de la griega. Una morada que, movida<br />

por sus nobles y elevados principios, se negaba a cambiar por otra<br />

más lujosa. Pensaba en la gracia que irradiaba su aspecto la primera<br />

vez que la vio; fantaseaba con su vida en Constantinopla, rodeada<br />

de magnificencia oriental en toda circunstancia, pensaba en<br />

su penuria presente, en sus trabajos cotidianos, en su penoso estado,<br />

en sus mejillas pálidas y hundidas por el hambre. La compasión<br />

le henchía el pecho. Volvería a verla una vez más, una sola. Idearía<br />

un plan para restituirla a la sociedad y lograr que volviera a disfrutar<br />

de todo lo que era propio de su rango. Y una vez lo hubiera hecho,<br />

de manera inevitable, se produciría la separación.<br />

También pensó en que, durante ese mes, había evitado a Perdita,<br />

apartándose de ella como de los aguijones de su propia conciencia.<br />

Pero ahora había despertado y debía poner remedio a<br />

aquella situación. Con su devoción futura borraría aquella mancha<br />

única en la serenidad de su vida. Al pensar en ello se sintió<br />

más animado, y con seriedad y resolución fue trazando la línea de<br />

conducta que habría de adoptar. Recordó que había prometido a<br />

Perdita asistir esa misma noche (diecinueve de octubre, aniversario<br />

de su elección como Protector) a la fiesta que se organizaba en<br />

su honor, una fiesta que había de ser un buen augurio de los años<br />

de felicidad futura. Pero antes se ocuparía de Evadne. No se quedaría<br />

con ella, pero le debía una explicación, una compensación<br />

por su larga e inesperada ausencia. Y después regresaría a Perdita,<br />

al mundo olvidado, a los deberes de la sociedad, al esplendor<br />

del rango, al disfrute del poder.<br />

146

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!