12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-2 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>11</strong>:58 <strong>Página</strong> 344<br />

Mary Shelley<br />

vencido de que sólo mediante el ejercicio de las virtudes sociales<br />

podría mantenerse a salvo la humanidad superviviente.<br />

Nos llenaba de melancolía regresar a aquel lugar tan querido,<br />

a los escenarios de un felicidad antes apenas valorados y que ahora<br />

presenciaban la extinción de nuestra especie, y sobre cuyo suelo<br />

fértil y adorado se grababan, indelebles, los pasos de la enfermedad.<br />

<strong>El</strong> aspecto del campo había cambiado de tal modo que<br />

parecía imposible acometer las tareas otoñales de arar y sembrar.<br />

Además la estación ya había concluido y había dado paso a un<br />

invierno que había llegado con inusitada severidad. Heladas y<br />

deshielos, seguidos de inundaciones, volvían impracticable el terreno.<br />

Intensas nevadas daban un aire ártico al paisaje. Los tejados<br />

de las casas se combaban con el peso del manto blanco. <strong>El</strong><br />

sencillo chamizo y la gran mansión, ambos desiertos, permanecían<br />

incomunicados por igual, sus entradas llenas de nieve.<br />

<strong>El</strong> granizo rompía los cristales de las ventanas, y los vientos del<br />

noreste dificultaban en gran medida las actividades al aire libre.<br />

<strong>El</strong> estado alterado de la sociedad convertía esos accidentes<br />

naturales en causa de verdaderas desgracias. Se habían perdido<br />

tanto el privilegio del mando como las atenciones de la servidumbre.<br />

Cierto es que la merma de población hacía que las necesidades<br />

mínimas pudieran ser cubiertas, pero para garantizarlas<br />

se requería mucha mano de obra, y hundidos por la enfermedad<br />

y temerosos del futuro, nos faltaba energía para adoptar ningún<br />

sistema con absoluta convicción.<br />

Y hablo por mí mismo, a quien no fallaba la energía. La vida<br />

intensa que me aceleraba el pulso y animaba mi ser no me arrojaba<br />

a los laberintos de la vida activa, sino que exaltaba mi torpeza<br />

y otorgaba dimensiones gigantescas a objetos insignificantes.<br />

Podría haber llevado de igual modo una vida de campesino;<br />

mis ocupaciones menores crecían hasta convertirse en hitos importantes.<br />

Mis afectos eran pasiones impetuosas y fascinantes, y<br />

la naturaleza, con todos sus cambios, parecía investida de atributos<br />

divinos. <strong>El</strong> espíritu mismo de la mitología griega habitaba en<br />

mi corazón. Deificaba las tierras altas, los claros de los bosques,<br />

los arroyos.<br />

344

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!