12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 255<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

mento del fin del amor animal de un progenitor por sus hijos,<br />

cuando se inicia el verdadero afecto. Ya no vemos en esa parte<br />

tan querida de nosotros mismos una tierna planta que necesita de<br />

nuestros cuidados, ni un juguete para los ratos de ocio. Nos basamos<br />

en sus facultades intelectuales, fijamos nuestras esperanzas<br />

en sus tendencias morales. Su debilidad todavía impregna de temor<br />

este sentimiento, su ignorancia impide una intimidad completa;<br />

pero empezamos a respetar al futuro <strong>hombre</strong> y tratamos de<br />

asegurarnos su estima como si fuera nuestro igual. ¿Qué puede<br />

valorar más un padre que la buena opinión de su hijo? En toda<br />

nuestra relación con él nuestro honor debe quedar intacto, la integridad<br />

de nuestro parentesco, inmaculado. <strong>El</strong> destino y las circunstancias<br />

pueden, cuando alcance la madurez, separarnos para<br />

siempre, pero cuando su guía se halle en peligro, su consuelo en<br />

momentos de zozobra, al ardiente joven han de acompañarle<br />

siempre, en el duro sendero de la vida, el amor y el honor de sus<br />

padres.<br />

Llevábamos tanto tiempo viviendo en las inmediaciones de<br />

Eton que su población de muchachos jóvenes nos era bien conocida.<br />

Muchos de ellos habían sido amigos de juegos de Alfred antes<br />

de convertirse en compañeros de escuela. Ahora observábamos a<br />

aquel grupo de jóvenes con redoblado interés. Distinguíamos las<br />

diferencias de carácter entre los chicos y tratábamos de adivinar<br />

cómo serían los futuros <strong>hombre</strong>s que se ocultaban en ellos. Nada<br />

resulta más encantador, y en nada se regocija más el corazón, que<br />

un muchacho libre de espíritu, amable, valiente y generoso. Varios<br />

de los alumnos de Eton poseían estas características. Todos<br />

se distinguían por su sentido del honor y su capacidad de iniciativa.<br />

En algunos, al acercarse a la madurez, aquellas virtudes degeneraban<br />

en presunción. Pero los más jóvenes, niños poco mayores<br />

que el nuestro, eran notorios por su disposición gallarda y<br />

dulce.<br />

Entre ellos se encontraban los futuros gobernantes de Inglaterra.<br />

Los <strong>hombre</strong>s que, cuando nuestro ardor se hubiera enfriado y<br />

nuestros proyectos hubieran culminado o hubieran sido destruidos<br />

para siempre; cuando, representado ya nuestro drama, nos despojáramos<br />

del atuendo del momento y nos ataviáramos con el uni-<br />

255

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!