12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-2 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>11</strong>:58 <strong>Página</strong> 394<br />

Mary Shelley<br />

por Datchet y se sorprendió al ver humo salir de la chimenea de<br />

la posada. Suponiendo que en su interior hallaría a otros caminantes<br />

con los que seguir viaje, llamó a la puerta y le abrieron.<br />

Excepto Lucy y su madre, allí no había nadie. Ésta se veía privada<br />

del uso de piernas y brazos por culpa de un ataque de reumatismo,<br />

de modo que los habitantes de la localidad habían ido<br />

abandonándolas uno tras otro, dejándolas solas. Lucy trató de<br />

que el <strong>hombre</strong> se quedara con ella. En una semana o dos su madre<br />

se habría recuperado lo bastante como para emprender el<br />

viaje. Si se quedaban allí, indefensas y olvidadas, perecerían. <strong>El</strong><br />

<strong>hombre</strong> respondió que su esposa e hijos ya se hallaban entre los<br />

emigrantes y que por tanto le resultaba imposible permanecer allí<br />

más tiempo. Lucy, como <strong>último</strong> recurso, le entregó una carta<br />

para Idris, con el ruego de que se la entregara allí donde nos encontrara.<br />

<strong>El</strong> <strong>hombre</strong> cumplió al menos con aquel encargo, e Idris<br />

recibió con emoción la siguiente misiva:<br />

Respetada señora:<br />

Estoy segura de que me recuerda y se compadece de mí, y me<br />

atrevo a solicitar su ayuda. ¿Qué otra esperanza me queda? Disculpe<br />

mi manera de escribir, me siento tan desorientada... Hace un mes<br />

mi madre perdió la movilidad en sus extremidades. Ya se siente mejor,<br />

y tengo la seguridad de que en un mes más podrá emprender el<br />

viaje que usted, tan amablemente, organizó para nosotras. Pero ahora<br />

todo el mundo se ha ausentado, todo el mundo. La gente me decía<br />

que tal vez mi madre mejoraría antes de que todos se ausentaran,<br />

pero hace tres días fui a ver a Samuel Woods, que acaba de tener un<br />

hijo y se había quedado en el pueblo hasta el final. Como se trata de<br />

una familia numerosa, creía que lograría persuadirlos para que nos<br />

esperaran un poco más. Sin embargo, hallé la casa vacía. Desde entonces<br />

no había visto ni un alma, hasta que ha aparecido este buen<br />

<strong>hombre</strong>. ¿Qué va a ser de nosotras? Mi madre ignora nuestro estado.<br />

Está tan enferma que se lo he ocultado.<br />

¿Podría enviar a alguien a buscarnos? Sé que si nos quedamos<br />

aquí moriremos sin remisión. Si tratara de trasladar a mi madre inmediatamente,<br />

fallecería en el camino. Y si cuando mejore, no sé<br />

cómo, encontráramos el modo de dar con los caminos correctos y recorrer<br />

las muchas, muchas millas que nos separan del mar, ustedes<br />

394

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!