12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 66<br />

Mary Shelley<br />

mejor que regreses a Londres con él. Allí podrás iniciar las averiguaciones<br />

sobre el conde de Windsor a las que te has comprometido,<br />

y mañana puedes volver a visitarme antes de proseguir tu<br />

viaje. Hasta entonces, me despido.<br />

Le costaba hablar, y al terminar emitió un profundo suspiro.<br />

Con un movimiento de cabeza acepté lo que me proponía. Me<br />

sentía como si, desde el orden del mundo sistemático, hubiera<br />

descendido hasta el caos, oscuro, opuesto, ininteligible. Que Raymond<br />

pudiera casarse con Idris me resultaba más intolerable que<br />

nunca. Y aun así mi pasión, gigante desde el momento mismo de<br />

su nacimiento, era demasiado extraña, indómita e impracticable<br />

como para sentir al instante la tristeza que había percibido en<br />

Perdita. ¿Cómo debía actuar? <strong>El</strong>la no me había confiado lo que<br />

sucedía; a Raymond no podía pedirle explicaciones sin arriesgarme<br />

a traicionar lo que tal vez fuera su secreto más preciado. Al<br />

día siguiente sabría la verdad. Y mientras me hallaba ocupado en<br />

aquellos pensamientos, lord Raymond regresó. Preguntó por mi<br />

hermana y yo le transmití su mensaje. Entonces me preguntó si<br />

me disponía a regresar a Londres y me invitó a acompañarle. Yo<br />

acepté. Parecía pensativo y permaneció en silencio durante gran<br />

parte del trayecto.<br />

–Debes disculpar que me halle tan abstraído –dijo al fin–. Lo<br />

cierto es que la moción de Ryland se presenta hoy mismo y estoy<br />

considerando cuál ha de ser mi respuesta.<br />

Ryland encabezaba el partido popular. Se trataba de un <strong>hombre</strong><br />

muy obstinado y a su manera muy elocuente. Se había salido<br />

con la suya en su intento de presentar a votación una ley que convirtiera<br />

en traición cualquier plan para alterar el estado del gobierno<br />

inglés y las leyes vigentes de la república. Ese ataque iba<br />

dirigido contra Raymond y sus maquinaciones encaminadas a la<br />

restauración de la monarquía.<br />

Raymond me pidió que le acompañara al Parlamento esa noche.<br />

Recordé que debía recabar información sobre Adrian y,<br />

consciente de que la misión me llevaría mucho tiempo, me disculpé.<br />

–Entiendo –dijo mi acompañante–, y yo mismo voy a liberarte<br />

de lo que te impide acompañarme. Sé que pretendes averiguar<br />

66

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!