12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-2 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>11</strong>:58 <strong>Página</strong> 291<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

bastó para saber que su antiguo ocupante había dejado ya este<br />

mundo. Yacía sobre un montón de paja, frío y rígido, y sus perniciosos<br />

efluvios impregnaban la estancia. Algunas manchas y<br />

marcas indicaban la virulencia del trastorno.<br />

Yo no había visto hasta entonces a nadie que hubiera muerto<br />

víctima de la peste. Todas las mentes sentían horror por sus efectos,<br />

pero también una especie de fascinación que nos llevaba a<br />

empaparnos de la descripción de Defoe, así como de las ilustraciones<br />

magistrales del autor de Arthur Mervyn.* Las imágenes<br />

impresas en ambas obras poseían tal viveza que parecíamos conocer<br />

por experiencia directa los efectos en ellas descritos. Pero,<br />

por más intensas que resultaran, por más que describieran la<br />

muerte y la desgracia de miles de personas, las sensaciones excitadas<br />

por las palabras eran frías comparadas con lo que yo sentí<br />

al contemplar el cadáver de aquel infeliz. En efecto, aquello era la<br />

peste. Alcé sus miembros rígidos y me fijé en su rictus desencajado,<br />

en los ojos pétreos, ciegos. <strong>El</strong> horror me helaba la sangre, me<br />

erizaba el vello, me hacía temblar. Presa de una demencia pasajera,<br />

hablé con el muerto:<br />

–De modo que la peste te ha matado –susurré–. ¿Y cómo ha<br />

sido? ¿Has sentido dolor? Parece que el enemigo te hubiera sometido<br />

a tortura antes de asesinarte.<br />

Y entonces, sin transición, salí precipitadamente del cobertizo<br />

antes de que la naturaleza revocara sus leyes y unas palabras<br />

inorgánicas brotadas de los labios del difunto pronunciaran una<br />

respuesta.<br />

Al regresar al sendero vi a lo lejos al mismo grupo de paisanos<br />

que se habían cruzado en mi camino. Apenas me vieron se<br />

alejaron a toda prisa. Mi gesto agitado no hacía sino incrementar<br />

el miedo que sentían por tener que acercarse a alguien que había<br />

estado a punto de contagiarse.<br />

Alejados de los hechos, solemos extraer conclusiones que parecen<br />

infalibles y que, sin embargo, sometidas al veredicto de la<br />

realidad, se desvanecen como sueños ficticios. Yo había ridiculizado<br />

los temores de los campesinos, pues se los suscitaban otros.<br />

* Arthur Mervyn, o Memorias del año 1793, Charles Brokden Brown. (N. del T.)<br />

291

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!