12.05.2013 Views

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

018-El último hombre-1 28/11/07 13:59 Página 1 - Cermi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>018</strong>-<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong>-1 <strong>28</strong>/<strong>11</strong>/<strong>07</strong> <strong>13</strong>:<strong>59</strong> <strong>Página</strong> 67<br />

<strong>El</strong> <strong>último</strong> <strong>hombre</strong><br />

el paradero del conde de Windsor. De modo que yo mismo te diré<br />

que se encuentra en casa del duque de Athol, en Dunkeld. Durante<br />

las primeras fases de su trastorno se dedicó a viajar de un<br />

lugar a otro, hasta que, al llegar a aquel romántico refugio, se<br />

negó a abandonarlo. Nosotros lo dispusimos todo, de acuerdo<br />

con el duque, para que pudiera quedarse allí.<br />

Me dolió el tono insensible con que me facilitó la información.<br />

–Debo agradecerte el dato –le respondí fríamente–, que ha de<br />

serme de utilidad.<br />

–Lo será, Verney –dijo él–, y si perseveras en tu empeño, yo<br />

mismo te facilitaré el camino. Pero antes te pido que presencies el<br />

combate de esta noche, y el triunfo que estoy a punto de obtener,<br />

si me permites que así lo exprese, aunque temo que esa victoria<br />

sea una derrota para mí. ¿Qué puedo hacer? Mis mayores esperanzas<br />

parecen estar a punto de materializarse. La reina me concede<br />

a Idris; Adrian es del todo incapaz de asumir el título de conde,<br />

y el condado, en mis manos, se convierte en reino. Por el Dios<br />

de los cielos que es cierto. <strong>El</strong> exiguo condado de Windsor no basta<br />

a quien heredará los derechos que pertenecerán para siempre a<br />

la persona que los posea. La condesa no olvidará nunca que fue<br />

reina, y no soporta dejar a sus hijos una herencia tan exigua. Con<br />

su poder y mi ingenio reconstruiremos el trono, y la corona real<br />

ceñirá esta frente. Puedo hacerlo, puedo casarme con Idris...<br />

Calló súbitamente, el semblante oscurecido de pronto, y su<br />

gesto cambió, movido por su pasión interna.<br />

–¿Y lady Idris te ama? –le pregunté.<br />

–Qué pregunta –exclamó él entre risotadas–. Me amará, por<br />

supuesto, como yo la amaré a ella, cuando estemos casados.<br />

–Pues empezarás tarde –observé yo, irónico–. Normalmente el<br />

matrimonio se considera la tumba del amor, no su cuna. ¿De<br />

modo que estás a punto de amarla, pero todavía no la amas?<br />

–No me sermonees, Lionel. Cumpliré mi deber con ella, no lo<br />

dudes. ¡<strong>El</strong> amor! Contra él he de proteger mi corazón, sacarlo de<br />

su fortaleza, rodearlo con barricadas. La fuente del amor debe dejar<br />

de fluir, sus aguas han de secarse, y todas las ideas pasionales<br />

que dependen de él han de perecer. Me refiero al amor que me go-<br />

67

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!