12.07.2015 Views

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

l a n o v e d a d d e l a s r e l i g i o n e s u n i v e r s a l e sR<strong>el</strong>ativizará en consecuencia sus mediaciones, no menos que <strong>la</strong>s d<strong>el</strong>os otros. «Dios» pasa a ser para él «<strong>la</strong> Verdad» (ahora en sentido «ontológico,no lógico»; un sentido en <strong>el</strong> cual <strong>la</strong> Verdad nunca es d<strong>el</strong> todoalcanzada, menos aún «poseída»). Y, si atribuye a su propia afirmaciónd<strong>el</strong> Dios-Verdad una «verdad» (esta vez en sentido «lógico») que excluy<strong>el</strong>a afirmación contradictoria, lo hará con <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>stia d<strong>el</strong> que busca (ynunca como quien «posee») lo verda<strong>de</strong>ramente importante: que no estal o cual proposición afirmativa y su verdad lógica, sino aqu<strong>el</strong>lo a lo que<strong>el</strong><strong>la</strong> apunta. Se dirá que estas distinciones son fruto <strong>de</strong> todo un proceso<strong>de</strong> ilustración. <strong>El</strong>lo es correcto. Y es, con esta ocasión, justo <strong>de</strong>stacarcuánto <strong>de</strong>be <strong>la</strong> Humanidad a <strong>la</strong> «Ilustración» mo<strong>de</strong>rna. Pero es justotambién añadir que tales distinciones habían sido anticipadas por losespíritus r<strong>el</strong>igiosos más profundos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tres tradiciones monoteístas;y que <strong>la</strong> misma «Ilustración» mo<strong>de</strong>rna, en un niv<strong>el</strong> más hondo que <strong>el</strong><strong>de</strong> sus justísimas distancias críticas frente a los aspectos fanáticos <strong>de</strong> <strong>la</strong>sr<strong>el</strong>igiones, ha <strong>de</strong>bido mucha inspiración a <strong>la</strong> r<strong>el</strong>igiosidad monoteístaocci<strong>de</strong>ntal 78 .No han sido tampoco, por otra parte, los politeísmos históricos unmod<strong>el</strong>o <strong>de</strong> «no-violencia». Al i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> <strong>la</strong> no-violencia (ahimsa) se acercaronmás, como sabemos, los diversos brotes r<strong>el</strong>igiosos orientales d<strong>el</strong>tiempo-eje, que tendían, con un matiz u otro, al monismo (!). Quizá loque los hacía más propicios a <strong>la</strong> paz era su fondo ctónico, <strong>de</strong> r<strong>el</strong>igiosidad«materna». Y podría ser, entonces, que otra importante raíz <strong>de</strong> mayorviolencia presente en los monoteísmos estuviera en su fondo «uránico»,viril y patriarcal, androcrático. Los indoeuropeos politeístas no fueronmenos violentos que los monoteístas semitas... 79 .78. Es éste un punto histórico en <strong>el</strong> que recientemente va habiendo más y más consenso.Por otra parte, tampoco pue<strong>de</strong> <strong>la</strong> «razón ilustrada» presentarse hoy, sin más, comofactor pacificador. Su <strong>de</strong>svío hacia <strong>el</strong> predominio <strong>de</strong> <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada «razón instrumental» <strong>la</strong> hahecho servir como potenciador <strong>de</strong> <strong>la</strong> violencia: es hoy casi un lugar común <strong>el</strong> subrayarlo.Hay que añadir aún, para ser justos, que los i<strong>de</strong>ales más genuinos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Ilustración no<strong>de</strong>jaban a <strong>la</strong> razón agotarse en esa función científico-tecnológica: miraban a <strong>la</strong> síntesishumanista, primaban <strong>el</strong> factor ético. Creo que, en <strong>de</strong>finitiva, hacia <strong>la</strong> superación <strong>de</strong> <strong>la</strong>violencia han sido convergentes <strong>la</strong> mejor Ilustración y <strong>la</strong> r<strong>el</strong>igiosidad profunda. En loscapítulos siguientes volveré con más <strong>de</strong>tención a estos puntos.79. Mi conclusión reencuentra, como pue<strong>de</strong> apreciarse, <strong>la</strong> <strong>de</strong> Riane Eisler, que presentéen <strong>el</strong> capítulo primero. (ver su nota 18). La mayor raíz <strong>de</strong> violencia está en <strong>la</strong> dominanciasocial androcrática, que nuestras socieda<strong>de</strong>s han heredado por complejos procesoshistóricos. Lo que invita a buscar socieda<strong>de</strong>s igualitarias.No querría, por lo <strong>de</strong>más, ser uni<strong>la</strong>teral. Pienso que incrementan los brotes violentos<strong>la</strong>s frustraciones; hoy, en especial, <strong>la</strong>s múltiples provenientes <strong>de</strong> <strong>la</strong> carrera tecnológica.También —y aun más— cuanto sea cultivo reactivo d<strong>el</strong> propio grupo (etnicismos, nacionalismos).Como refuerzos <strong>de</strong> este último factor juegan todavía hoy apoyaturas simbólicasy, entre <strong>el</strong><strong>la</strong>s, <strong>la</strong>s diferencias r<strong>el</strong>igiosas. Para neutralizar tal refuerzo nocivo, pienso que no135

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!