12.07.2015 Views

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

l o a b s o l u t o e n p e r s p e c t i v a h u m a n ami roca», enten<strong>de</strong>mos que se trata <strong>de</strong> un uso metafórico, que po<strong>de</strong>mossustituir por uno más propio. «Roca» es una antonomasia <strong>de</strong> «firmeapoyo».) Para concluir este apunte histórico, es oportuno subrayar <strong>la</strong>heterogeneidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos series <strong>de</strong> nociones que los escolásticos tendíana unificar. Las «trascen<strong>de</strong>ntales» son prevalentemente sintácticas. Noles son asimi<strong>la</strong>bles, sin más, <strong>la</strong>s d<strong>el</strong> ámbito «personal». Volvemos así aencontrar <strong>el</strong> que ya he reconocido como grave problema inevitable en <strong>el</strong>monoteísmo. (Cuyo afrontamiento reservo para <strong>el</strong> capítulo siguiente.)7.2.2. «Analogía»: una clásica búsqueda simbólica y su reinterpretaciónLa «analogía» ha constituido un recurso tradicional para <strong>la</strong> soluciónd<strong>el</strong> problema <strong>de</strong> <strong>la</strong>s predicaciones humanas sobre Dios: cuando se atribuyenpredicados al sujeto «Dios», ha <strong>de</strong> dárs<strong>el</strong>es una significación ni«unívoca» (como en los usos normales), ni «equívoca» (algo que se anu<strong>la</strong>ríacomo tal). A ese término medio se apunta como significación «análoga».Esta <strong>la</strong>xa caracterización y <strong>el</strong> uso poco riguroso a que fácilmenteda origen han trivializado <strong>el</strong> recurso. Mientras que, por una parte,los términos «análogo», «analogía»... han pasado al lenguaje cotidiano,con un vago sentido <strong>de</strong> semejanza imperfecta, por otra parte le handado mal cart<strong>el</strong> como recurso filosófico válido entre los pensadores másexigentes. A esto han contribuido también <strong>la</strong>s disputas interminablesmantenidas al respecto por los escolásticos. Hoy se da, no obstante,una interesante revalorización d<strong>el</strong> lenguaje simbólico (d<strong>el</strong> cual es formapeculiar <strong>la</strong> analogía).Pero, <strong>de</strong>jando <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> lo simbólico para <strong>el</strong> capítulopróximo, voy ahora a presentar <strong>la</strong> peculiar interpretación que d<strong>el</strong> temahizo Tomás <strong>de</strong> Aquino. Como ya he dicho, acabó entendiendo <strong>el</strong> recursoa <strong>la</strong> analogía —en su aplicación a Dios— <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su asunción <strong>de</strong> <strong>la</strong> tradiciónapofática y orientada a <strong>la</strong> «analogía d<strong>el</strong> ser», <strong>de</strong> capital r<strong>el</strong>evanciametafísica.Habrá que recordar, para compren<strong>de</strong>r bien ese esfuerzo, algo <strong>el</strong>ementaly <strong>de</strong> sobra conocido: por una parte, que Aristót<strong>el</strong>es había <strong>de</strong>finidosu filosofía primera como saber sobre <strong>el</strong> «ser» («sobre <strong>el</strong> ente en cuantoente y lo que va con <strong>el</strong> ente»); por otra, que lo había hecho insistiendoen su «multivocidad» y en una caracterización que se prestaba a serentendida —incorrectamente— como «analogía» 22 . Tomás <strong>de</strong> Aquino22. Aristót<strong>el</strong>es, Metafísica, G, 1, 1003a 21 ss. «<strong>El</strong> ente se dice multívocamente, peroen r<strong>el</strong>ación a uno [...] y como ‘lo sano’ respecto a <strong>la</strong> sanidad». <strong>El</strong> gran conocedor <strong>de</strong>Aristót<strong>el</strong>es que es Pierre Aubenque ha insistido repetidamente en que <strong>el</strong> procedimientosugerido en esa célebre frase no es analogía. Ver, por ejemplo: «Les origines <strong>de</strong> l’analogie407

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!