12.07.2015 Views

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

S O B R E L A P L A U S I B I L I D A D f i l o s ó f i c a D E L A F E E N D I O Sotra imperfección que <strong>la</strong> importada por <strong>el</strong> «modo <strong>de</strong> significar» 69 ; porotra, no parece muy sensible a <strong>la</strong> objeción que provendría <strong>de</strong> su origenantropológico. La argumentación en <strong>la</strong> que se apoya su atribución aparececon poco r<strong>el</strong>ieve, diluida a lo <strong>la</strong>rgo d<strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo sobre Dios; comoun proceso <strong>de</strong>ductivo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> básica noción trascen<strong>de</strong>ntal «ser». En mipresentación, voy a seguir <strong>la</strong> línea argumental que ofrece <strong>el</strong> trataditosobre Dios que forman <strong>la</strong>s cuestiones 2-26 <strong>de</strong> <strong>la</strong> parte primera <strong>de</strong> <strong>la</strong>Summa theologica.Es en <strong>la</strong> cuestión 20, artículo 1.º, don<strong>de</strong> aparece <strong>la</strong> referencia explícitaa <strong>la</strong> afirmación «Dios es amor» —a <strong>la</strong> que, en mi <strong>de</strong>sarrollo, hedado <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ieve <strong>de</strong>cisivo—, como ap<strong>el</strong>ación dirimente <strong>de</strong> <strong>la</strong> duda, quese enunciaba «Sobre si hay amor en Dios» 70 . Voy a seguir hacia atrás,en sus pasos esenciales, <strong>el</strong> hilo argumental que arranca d<strong>el</strong> cuerpo <strong>de</strong> <strong>la</strong>respuesta afirmativa tomista. (Los subrayados serán míos.)«Ya se mostró que hay en Dios voluntad; <strong>de</strong> ahí que sea necesarioconcluir que hay amor»: tal es <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> <strong>la</strong> tesis mantenida en <strong>la</strong>cuestión (20, 1); <strong>el</strong> término medio al que se acu<strong>de</strong> es antropológicamentecomprensible: «<strong>el</strong> amor es <strong>el</strong> primer movimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntadcomo <strong>de</strong> cualquier potencia apetitiva». Se nos remite, pues, a <strong>la</strong> afirmación«hay en Dios voluntad». La encontramos en <strong>la</strong> cuestión anterior(19, 1); y su prueba es, <strong>de</strong> nuevo, una remisión a algo lógicamenteprevio: «Quienquiera que tenga entendimiento, tiene también voluntad[...] Luego, puesto que en Dios hay entendimiento, hay voluntad». Seaña<strong>de</strong> aún que «como su enten<strong>de</strong>r es su ser, así también lo es su querer».Ambos asertos, que Dios tiene entendimiento y que éste es idéntico consu ser, estaban, efectivamente, hechos en <strong>la</strong> cuestión 14 (artículos 1 y4). Esta vez, <strong>la</strong> prueba d<strong>el</strong> artículo primero es algo más compleja, comovamos a ver. Pero, en <strong>de</strong>finitiva, también remite a algo anterior.Lo preguntado en dicho artículo es «si hay en Dios ciencia». Coneste vocablo se quiere expresar conocimiento verda<strong>de</strong>ro y cierto, <strong>el</strong> actoesencial d<strong>el</strong> enten<strong>de</strong>r. La prueba <strong>de</strong> <strong>la</strong> respuesta afirmativa busca sutérmino medio en <strong>la</strong> inmaterialidad. Ya que —en un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> c<strong>la</strong>rainspiración aristotélica:[...] <strong>la</strong> diferencia <strong>de</strong> los entes cognoscentes y los no cognoscentes está enque los segundos (al tener su forma totalmente coartada por <strong>la</strong> materia)69. Véase, por ejemplo, Summa theologica, 1, 13. Pero no se olvi<strong>de</strong> <strong>la</strong> r<strong>el</strong>evanciaque, como recordé en <strong>el</strong> capítulo séptimo, <strong>el</strong> Aquinate conce<strong>de</strong> al «modo <strong>de</strong> significar»(ente/esencia/ser), viendo en él expresión insuperable <strong>de</strong> finitud; que ya por sí so<strong>la</strong> prohíbehacer sin correctivo apofático <strong>la</strong> atribución a lo Absoluto. Como dije, lo más r<strong>el</strong>evante d<strong>el</strong>a «analogía» tomista es esta «analogía d<strong>el</strong> ser».70. Pue<strong>de</strong> ocurrirse ya <strong>de</strong> entrada una cuestión crítica más bien nominal: sin <strong>la</strong> atribuibilidad<strong>de</strong> «amor» ¿cabe hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> «Dios» (y no <strong>de</strong> «lo Absoluto»)?488

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!