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El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

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e l h e c h o r e l i g i o s o . h i s t o r i a y e s t r u c t u r amenos los tipos extremos). Y no menos, en <strong>el</strong> otro extremo, <strong>la</strong>s filosofíasprimeras que se su<strong>el</strong>en l<strong>la</strong>mar «materialistas» (a <strong>la</strong>s que propen<strong>de</strong>n <strong>la</strong>steorizaciones precipitadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias positivas naturales), en <strong>la</strong>sque <strong>la</strong> originalidad d<strong>el</strong> sujeto es negada en favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> única realidad«material» (física) 23 .No queda con eso solo expedita <strong>la</strong> vía al filosofar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong> hechoconsciente. Hay, ante todo, que preguntarse cómo <strong>el</strong> sujeto individua<strong>la</strong>utoconsciente pue<strong>de</strong> no incidir en <strong>el</strong> ya antes aludido «solipsismo egocéntrico».La ap<strong>el</strong>ación a un «sujeto trascen<strong>de</strong>ntal» (Husserl) no zanja<strong>la</strong> cuestión sino que <strong>la</strong> pospone. <strong>El</strong> mismo Husserl tuvo siempre presentecomo especial <strong>de</strong>safío un abordaje menos formal d<strong>el</strong> tema, queencontrara <strong>la</strong> llegada <strong>de</strong> cada sujeto concreto a <strong>la</strong> intersubjetividad. Yquizá nunca lo consiguió a satisfacción. Sin po<strong>de</strong>r entrar aquí en análisis<strong>de</strong>tal<strong>la</strong>dos, pienso que <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve <strong>de</strong> solución más satisfactoria está en dar<strong>la</strong> <strong>de</strong>bida atención al hecho d<strong>el</strong> lenguaje. Es un carácter esencial <strong>de</strong> <strong>la</strong>autoconsciencia humana: cada «yo» <strong>de</strong>be, para vivirse como «yo», <strong>de</strong>cirse«yo» (siempre ya, entonces, frente a un «tú» interlocutor). No haypensamiento sin lenguaje; y <strong>el</strong> «pienso, luego existo» tiene en su fondoun «hablo, luego existimos».Superado <strong>el</strong> solipsismo individualista, ¿en qué queda <strong>la</strong> centralidadinicial d<strong>el</strong> sujeto en <strong>el</strong> giro «radical» mo<strong>de</strong>rno? En un cierto «antropocentrismo»,una centralidad <strong>de</strong> lo humano que se traduce en una limitaciónen <strong>el</strong> alcance d<strong>el</strong> conocimiento a que pue<strong>de</strong>n aspirar los humanos.Es razonable: <strong>el</strong> ser humano, real, conoce lo real; pero lo conoce almodo humano, intervenido por <strong>la</strong>s estructuras cognitivas humanas. Sonconcebibles otras diversas, que conocerían lo real <strong>de</strong> otra manera. En <strong>el</strong>límite, sólo un Conocer Absoluto (si es que existe) conocería lo real enplenitud. Para los humanos (y para otros seres con estructuras cognitivasfinitas) conocer será siempre interpretar.Entiendo que éste fue <strong>el</strong> mensaje básico d<strong>el</strong> pensamiento «criticista»<strong>de</strong> Immanu<strong>el</strong> Kant. Es muy útil tenerlo presente como referencia. Voy,pues, a <strong>de</strong>tenerme un poco más en él; sin perjuicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> presentación<strong>de</strong> conjunto que haré en <strong>la</strong> segunda parte.No será difícil convenir en que <strong>la</strong> publicación <strong>de</strong> <strong>la</strong> Crítica <strong>de</strong> <strong>la</strong>razón pura (1781) separa un antes y un <strong>de</strong>spués en <strong>la</strong> reflexión filosófica23. Sobre los problemas que p<strong>la</strong>ntean «materia y espíritu» volveré ampliamente en<strong>la</strong> tercera parte d<strong>el</strong> libro (9.3). Hoy vemos <strong>la</strong> conveniencia <strong>de</strong> abandonar <strong>la</strong>s concepciones«dualistas». Pero eso no incluye negar dualida<strong>de</strong>s evi<strong>de</strong>ntes. Tal es <strong>la</strong> <strong>de</strong> lo físico y loconsciente. Es palmaria <strong>la</strong> heterogeneidad <strong>de</strong> sus características. Así como su inevitablecomplementariedad: ¿cabe lo consciente sin sustrato?; ¿podríamos conocer lo físico sinconsciencia? Lo real es siempre enigmático; y éste es uno <strong>de</strong> los puntos don<strong>de</strong> su enigmaticida<strong>de</strong>s más fuerte.174

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