12.07.2015 Views

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

El Enigma y el Misterio: Una Filosofía de la Religión

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

S O B R E L A P L A U S I B I L I D A D f i l o s ó f i c a D E L A F E E N D I O Stitud lo sitúa más allá <strong>de</strong> lo «personal»—, <strong>el</strong> fi<strong>el</strong> monoteísta continúainvocando a «Dios»; teniéndolo así por «personal». Es r<strong>el</strong>evante, pues,esa estructura antropológica (lingüística pero más que lingüística) quees <strong>la</strong> invocación.Y mientras que en <strong>la</strong> tradición <strong>de</strong> <strong>la</strong> r<strong>el</strong>igiosidad «mística» <strong>el</strong> eventor<strong>el</strong>igioso máximo es ese logro íntimo individual que se <strong>de</strong>nomina«iluminación» —y al diálogo se acu<strong>de</strong>, por una parte, en <strong>la</strong> r<strong>el</strong>acióninterhumana maestro/discípulo, por otra (en subtipos <strong>de</strong> r<strong>el</strong>igiosidad«<strong>de</strong>vocional»), en <strong>la</strong> invocación a los «dioses» tradicionales, que quedancomo mediadores hierofánicos—, en <strong>la</strong> tradición <strong>de</strong> r<strong>el</strong>igiosidad«profética» <strong>la</strong> estructura humana «diálogo» es <strong>el</strong>evada al rango supremo.Aunque reaparezca también en formas «<strong>de</strong>vocionales» análogas a<strong>la</strong>s recién mencionadas, dirigido a mediadores hierofánicos («áng<strong>el</strong>es»,«santos»), culmina cuando hace partner d<strong>el</strong> «diálogo» a Dios mismo.Todo, por <strong>el</strong>lo, se ve situado en un horizonte <strong>de</strong> «rev<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> Dios». <strong>El</strong>«pro-feta» se l<strong>la</strong>mará así precisamente por cuanto se siente impulsado ahab<strong>la</strong>r a los otros humanos «<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Dios», «en nombre <strong>de</strong> Dios». Y «fi<strong>el</strong>»será quien acepte al profeta como guía <strong>de</strong> su r<strong>el</strong>igiosidad y su r<strong>el</strong>ación aDios, tratando <strong>de</strong> hacer suya su específica forma <strong>de</strong> invocación .Es oportuno insistir, para cerrar <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción, en que se trata <strong>de</strong>toda una actitud. Que necesita acudir a proposiciones lingüísticas asertivassobre «Dios» (su existencia, sus atributos); pero no permite caracterizarante todo al creyente como quien sostiene dichas proposiciones(creencias sobre Dios y ortodoxia en su profesión). <strong>El</strong> auténtico creyentees, más bien, alguien que «vive ante Dios» como ante un supremo «Tú».La actitud invocativa <strong>la</strong> ejerce con toda <strong>la</strong> vida antes que con pa<strong>la</strong>bras.Ve esencial —así Jesús y los profetas bíblicos—, más que dirigirse a«Dios» con unas u otras formas verbales, actuar «según Dios» .A,d) Añadiré finalmente algo más sobre mi restricción al monoteísmo.He admitido que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, ante todo, <strong>de</strong> mi limitación. Pero cabeaducir ciertas razones más objetivas: <strong>el</strong> monoteísmo es, por una parte,<strong>la</strong> r<strong>el</strong>igión mayoritaria en nuestras culturas; por otra, <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong>p<strong>la</strong>usibilidad filosófica referida a él no es más fácil sino más ardua.Ac<strong>la</strong>ro, ante todo, esto último, <strong>de</strong>stacando una doble problemati-. Es coherente con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> H. Bergson, que recordé en <strong>el</strong> capítulo segundo:<strong>la</strong>s r<strong>el</strong>igiones «dinámicas» tienen estructura disimétrica; son tradiciones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> unagran personalidad, cuya experiencia r<strong>el</strong>igiosa excepcional encuentra «eco» en <strong>la</strong> análoga,afín e inducida, <strong>de</strong> sus seguidores.. Es coherente esto también con <strong>la</strong> r<strong>el</strong>igiosidad dinámica como <strong>la</strong> presenté al finald<strong>el</strong> capítulo segundo; sin <strong>de</strong>sconocer que en <strong>el</strong> conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s r<strong>el</strong>igiones monoteístasqueda también no poco <strong>de</strong> estático —como haré ver en su momento.379

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!