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REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

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Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

mismo el centro de la ciudad. La vista desde las cercanías del colegio permite<br />

dominar el río Támesis y gran parte parte de la ciudad, ya que el lugar está en el<br />

llamado Richmond Hill (colina de...).<br />

OTRAS EXPERIENCIAS DE BERNARDO EN RICHMOND<br />

Nuestra búsqueda de huellas de Bernardo Riquelme en Richmond no terminó<br />

aquí. Casimiro Albano, autor de la Memoria sobre Bernardo O’Higgins, su más<br />

temprana biografía, sostiene... La aristocracia inglesa tan singular en el mundo<br />

por la sencillez de sus maneras, le admitió en su círculo. En suma las amistades<br />

del joven a esa fecha eran ya en una extensión extraordinaria, cuando una<br />

oportunidad le hizo también participar de la benignidad y conocimiento de Jorje III<br />

y su real familia. Mister Builer, director distinguido del jardín botánico del Palacio<br />

Real de Keut (sic) (se refiere a Kew), cerca de Richmond, era a un mismo tiempo<br />

un respetuoso admirador y paisano del Marqués de Osorno. Este eminente<br />

profesor tuvo noticia que el joven O’Higgins, hijo de su noble paisano se hallaba de<br />

alumno en la Academia de Richmond y fue a visitarle, en cuya entrevista le invitó<br />

para que en los ratos libres de la Academia se fuese a pasear al jardín botánico<br />

donde añadiría placer de ver un establecimiento magnífico, adquirir nociones<br />

científicas sobre las plantas. El joven O’Higgins como era de esperar, aceptó con<br />

gratitud una invitación tan conforme a sus deseos de saber; y con este motivo iba<br />

a él con frecuencia... En una de las muchas veces que el Rey Jorge y real farrúlia<br />

visitaban aquel establecimiento tuvo lugar la introducción del joven Bernardo a<br />

presencia de sus Majestades, que no sólo lo trataron con dulzura sino que fueron<br />

complacidos de sus juiciosas y acertadas contestaciones en las cuestiones sobre<br />

Hispanoamérica...”. Albano agrega que a raíz de esta presentación, Bernardo<br />

siguió asistiendo con regularidad a reuniones sociales que se hacían con motivos<br />

piadosos donde asistía la familia real, recibiendo consideraciones especiales del<br />

rey Jorge IV y del duque de Sussex... 46 .<br />

No es mi intención decir como Vicuña Mackenna que este relato no es más<br />

que un “cuentecillo de canónigo”, por el contrario, en base a esta evidencia se<br />

hizo una serie de consultas para verificar lo afirmado por Casimiro Albano. Los<br />

resultados son muy escasos pero permiten dar algunas luces.<br />

La primera búsqueda se dirigió a Mr. Butler, al que se menciona como director<br />

o como profesor en los jardines del palacio de Kew, a unos dos kilómetros al<br />

noroeste de Richmond. El rey Jorge III y su esposa la reina Charlotte se fueron<br />

a vivir al palacio en 1772, y a partir de 1776 comenzaron a preferir el castillo<br />

de Windsor. Sin embargo, las visitas de la pareja real a los Kew Gardens eran<br />

muy frecuentes. El jardín botánico estuvo dirigido primero por Lord Bute, que<br />

falleció en 1792, y luego por Sir Joseph Banks. Esta información fue entregada<br />

por la biblioteca de los Kew Gardens, en la cual se agrega que en los registros<br />

de personas relacionadas con los jardines botánicos de Kew no figura nadie de<br />

apellido Butler como director. La biblioteca confiesa que sus antecedentes con<br />

46 Ob. cit., Albano, 1844. p. 6.<br />

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