REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
solo hombre de aquella benemérita expedición, y del segurísimo concepto de que los
enemigos, siempre activos, atrevidos y emprendedores, no desperdiciarán momento
para poner en ejecución cualesquiera planes agresivos a cuyo éxito favorable les
facilitarán sus recientes ventajas.
Esos planes no son otros que apresurarse a mandar expediciones a estas dilatadas
costas, para introducir el desorden y la rebelión en los pueblos débiles y propagarlos
de unos en otros hasta lograr hacer sucumbir a esta misma capital, objeto de sus
perpetuas miras... por cuanto de su inagotable seno han salido... las disposiciones
y medios contra los cuales tantas veces han escollado sus obstinados esfuerzos...
Se también que para realizar lo proyectado han comprado... dos navíos... que con
toda aceleración iban aprestando, que su intención era batir (los navíos) de nuestra
escuadrilla... y en seguida, hechos dueños de la mar, mandar con mayor desahogo sus
expediciones de desembarco a los puertos de la costa... Las providencias defensivas
de este gobierno han debido abrazar por tanto, los distintos, puntos o medios
de resistencia: el primero reforzar la escuadra... y el segundo fortalecer las costas
con tropas de tierra... Las entradas de Real Hacienda y los productos de arbitrios
extraordinarios, ni con mucho alcanzaban a cubrir las atenciones precedentes... La
materia es digno de detenida meditación... confío en los probadísimos sentimientos y
celo... cual demanda la situación peligrosísima de los negocios” 2 .
De lo expuesto queda de manifiesto el ánimo pesimista existente en el máximo
responsable del virreinato luego de conocerse los resultados de la batalla de Maipo
en abril de 1818. La pérdida de tropas selectas y su aislamiento obligaban a la
adopción de una táctica defensiva, aprestándose a resistir lo que se consideraba
inevitable: la invasión del virreinato desde las costas chilenas. No era errada la
apreciación de Pezuela respecto a la secuencia a seguir por las fuerzas criollas
previendo que primero se optaría por obtener el dominio marítimo para luego
iniciar los desembarcos de fuerzas con total impunidad. Donde el análisis adolece
de un error es en relación a la premura con la cual se supone que los patriotas
pondrán en marcha la expedición; más de dos años transcurrirán entre la acción
de Maipo y el zarpe expedicionario debido a que, lo inicialmente planificado por
Chile y las Provincias Unidas del Río de la Plata para cooperar y desarrollar en
conjunto el proyecto en cuestión, sufrirá un cambio radical que hará descansar
exclusivamente en nuestro, país la responsabilidad de materializarlo, dando lugar
a la paradoja, en que la más pobre de las colonias españolas asumirá el papel
protagónico para destruir el centro político, social y económico de la metrópoli en
América del Sur.
Interesa resaltar el aspecto defensivo adoptado por Pezuela, su inactividad
para realizar campañas de hostigamiento a Chile, utilizando como cabezas de
playa las dotaciones realistas en Talcahuano, Valdivia y Chiloé; lo mencionado,
junto a la incapacidad para unir sus fuerzas con las del Virreinato de Nueva
Granada que habrían potenciado las armas españolas para aislar los esfuerzos
de Bolívar en el norte y las de San Martín y O’Higgins en el sur, le permitieron
a este último, especialmente, hacer acopio de toda la potencialidad posible en
Chile y hacer realidad la amenaza que el Virrey preveía en 1818. Su equivocada
2 José Rodríguez B.: Colección de Historiadores y de documentos relativos a la Independencia de Chile.
T. XXXII. Historia de la Revolución y Guerra de la Independencia del Perú 1818 hasta 1826. T. I. Imprenta
Cultura. Santiago 1946, pp. 49-55.
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