REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
que reemplazará a la de 1818. El Director Supremo termina aceptando modificar
la Constitución vigente y con fecha 7 de mayo de 1822 convoca a elecciones de
una Convención Preparatoria; firma él, como Director Supremo, y refrendado por
sus Ministros Joaquín Echeverría y José Antonio Rodríguez Aldea.
Elegida la Convención Preparatoria fue inaugurada solemnemente el 23 de
julio de 1822. En esta oportunidad O’Higgins leyó un interesante mensaje, en
el cual subraya, una vez más, su republicanismo, sus arraigados sentimientos
democráticos y su respeto por la voluntad popular.
En la nueva Constitución están perfectamente garantidos y resguardados los
derechos individuales. Contiene principios verdaderamente avanzados para su
época; sin embargo, ella fue resistida. En una de sus disposiciones transitorias
daba por elegido al Director Supremo por un período constitucional. La aristocracia
había tomado la firme resolución de reemplazar el Jefe del Estado. La crisis política
quedó planteada. La conspiración para el derrocamiento del Director Supremo
caminaba aceleradamente, y un hecho social vino a sumarse a las aspiraciones
conspirativas. Freire pretendió casarse con la hermosa y rica heredera del
Mayorazgo, de don Mateo de Toro y Zambrano, lncolaza Toro, pero había otros
pretendientes entre los cuales figuraba el joven Juan de Dios Correa. Oficial de
la Guardia Dictatorial, y éste contó con el apoyo del Jefe del Estado, llevándose
a evento el matrimonio el 8 de octubre de 1822, provocando la indignación de
Freire. Como se recordará, éste mantenía frías relaciones con O’Higgins, desde
el instante en que no se aceptaron las sugerencias de Cochrane, de que Freire
fuera el Jefe Militar del Ejército Libertador del Perú.
O’Higgins, durante su administración, continúa sus realizaciones y así fue como
fundó el Cementerio General de Santiago; estableció el primer Cementerio de
Disidentes en Valparaíso; fundó los liceos de La Serena y Concepción; organizó
la enseñanza primaria; volvió a abrir la Biblioteca Nacional, el Instituto Nacional.
Estableció la libertad de culto, hasta entonces inexistente; la inmigración europea,
el enjuiciamiento criminal por jurados para garantizar la libertad de imprenta,
que dio forma a la expresión del pensamiento humano y el Reglamento de la
Constitución de 1818 declara que debe adaptarse la libertad de creencia, y no
proclamar una religión excluyente. Fue, pues, un espíritu emancipador, liberador
y tolerante.
Si es cierto que el decreto del 14 de julio de 1817 nos había dado a conocer
la Bandera Nacional, en septiembre de 1819 ordena la divulgación plena de la
Canción Nacional de que es autor el Dr. Bernardo Vera y Pintado. La Gazeta
Ministerial de fecha 24 publica el acuerdo del Senado, relativo a la colocación del
Escudo de Armas de la Patria, en el Palacio de Gobierno.
El 7 de mayo de 1818 designa a D. Juan Agustín Alcalde, don Agustín de
Eyzaguirre y D. Pedro Prado Jaraquemada, Superintendentes del Templo Votivo
de Maipú. El 18 de noviembre de 1819 abre una suscripción particular con tal fin.
O’Higgins deseaba dar cumplimiento a su promesa con la Virgen del Carmen.
Patrona de nuestro Ejército, después de la Batalla de Maipú.
Sólo 156 años después de nombrada la primera Comisión y con la dinámica
dirección de la Comisión que preside la Sra. Marta Ossá de Errázurriz, esta
557