REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Ev i s t a li B E r t a d o r o’higgins
ejército; según las diferentes escalas de la estrategia moderna, completamente
variada, en su concepto, por Pichegrú y Bonaparte.
Este importante trabajo coloca a Mackenna, a los ojos de su inteligente amigo,
a la altura misma de aquel genio que le había dictado los primeros pensamientos
de la revolución. “A Miranda, dirá O’Higgins, debo la primera inspiración que me
lanzó en la carrera de la revolución para salvar a mi patria; pero a Mackenna
soy deudor de aquellos conocimientos sin los que esa inspiración habría sido un
vano deseo. A los consejos que él me diera, no sólo en el campo, sino en el
gabinete, debo mucho de lo que he hecho”. Recordemos que O’Higgins, expresó
en muchas oportunidades: “Antes de vencer a mis enemigos, aprendí a vencerme
a mí mismo”.
El parlamentarismo británico sedujo a nuestro joven patriota, llevándolo a
convencer a Martínez de Rozas para que la Junta, convocara a la elección de un
“Congreso Nacional”, y propusiera la “libertad de comercio”. Lamentablemente, los
chilenos no contaban, en esa época, con la capacidad y discernimiento legislativo
necesario, para entender la dinámica de un Congreso. Se enfrentan los partidos
políticos; hay tensión en el ambiente; se produce la conspiración realista del 1º de
abril de 1811, donde el coronel español Tomás de Figueroa salió a la plaza con
tropas; la defensa patriota la organizó el coronel Juan de Dios Vial, sofocando el
motín; el oficial realista es juzgado y fusilado.
El 29 julio arriba a Valparaíso José Miguel Carrera, llega a la capital en
momentos de mayor consternación política; pero, su ojo rápido le reveló la
inminencia del peligro y su ambición le descubrió los anchos horizontes de gloria
y de poder ofrecidos a la audacia.
El 4 de septiembre, apoyado por sus hermanos, que tenían mando en la tropa
acantonada en Santiago, Carrera interviene por las armas y nombra una nueva
Junta de Gobierno, integrada entre otros por Rozas y Mackenna. O’Higgins
continuó en el Congreso, y junto a Rozas ejercen una autoridad fuerte en
Concepción. Carrera, ya con el grado de coronel y en nombre de la guarnición
de Santiago, disuelve por segunda vez la Junta de Gobierno, forma una nueva,
con representantes de las principales provincias: Por Santiago José Miguel
Carrera, por Concepción Juan Martínez de Rozas, por Coquimbo Gaspar Marín.
El 2 de diciembre Carrera disuelve el Congreso, le pide ayuda a O’Higgins para
un pacífico entendimiento con la Junta de Concepción. Se elabora un tratado
de 24 artículos, donde se establecen normas políticas para gobernar al país, en
espera de la aprobación de una Constitución. O’Higgins mantuvo siempre un
especial ascendiente en las instituciones de Concepción, gracias a ello todas
las controversias entre Carrera y Rozas se resuelven pacíficamente, evitando un
quiebre político mayor.
El coronel Pedro Benavente disuelve la Junta de Concepción, y asume como
gobernador-intendente dependiendo del gobierno central de Santiago, al mando
de Carrera. Martínez de Rozas es desterrado a Mendoza, donde fallece. O’Higgins
decepcionado se retira a su hacienda Las Canteras. Enferma y se recupera; siente
deseos de abandonar la patria y dirigirse a orillas del Plata; pero, se escuchó el
tronar del cañón, el 26 de marzo de 1813, ¡Pareja desembarcaba en San Vicente
con una expedición realista!
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