08.05.2013 Views

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ev i s t a li B E r t a d o r o’higgins<br />

Puede admirarse en O’Higgins el perfil de un fervoroso y ardiente americanista,<br />

y su vida, unida al destino de tantas naciones del continente, es como la imagen<br />

concreta de la fraternidad hispano-americana. Las lecciones que en Londres<br />

recibió de labios del insigne revolucionario venezolano, Francisco de Miranda,<br />

fueron el impulso determinante de su acción patriótica y de la consagración de su<br />

vida e inteligencia al servicio de la libertad de Chile y de los pueblos hermanos.<br />

Su amistad con San Martín, sellada tan simbólicamente en el famoso abrazo que<br />

ambos próceres se dieron en el campo de batalla de Maipú, es un legado que con<br />

lealtad inquebrantable y sin menoscabo alguno han sabido hasta ahora y sabrán<br />

siempre mantener Chile y la República Argentina.<br />

Su empeño extraordinario, en fin, por vestir de realidades los sueños de una<br />

expedición libertadora al Perú, colocan a O’Higgins como un estadista que no<br />

quiso reducir a los límites de su propio país el campo de su acción libertadora, sino<br />

que la concibió como conexa y solidaria con los demás pueblos del continente. En<br />

esa oportunidad no se redujo al ya gran papel de apoyar los planes de San Martín<br />

y proporcionar a éste la totalidad de los recursos que necesitaba para la obra, sino<br />

que llegó hasta entregar todos sus sueldos, joyas y platería de uso personal para<br />

incrementar los pobres recursos fiscales y dar así cima a esta empresa que queda<br />

como el exponente más digno de su empuje, fervor y santo desprendimiento.<br />

Cuando hubo dejado el solio de primer magistrado de la República y se retiró<br />

al Perú, ofreció su espada con modestia y generosidad a Bolívar, para que la<br />

empleara en la consumación de la independencia de esa República. “Yo no dudo<br />

–escribió entonces al General Heres, jefe del gabinete militar del Libertador– que<br />

S.E., como Ud., darán todo crédito a mi sinceridad cuando aseguro que nada podía<br />

sustraerme del retiro que me he propuesto en el Perú, sino el día de una batalla,<br />

porque ese día todo americano que pueda ceñir espada, está obligado a reunirse<br />

al estandarte de una causa tan justa como su independencia y prestar su sostén,<br />

por débil que sea, a un jefe que ha trabajado tanto tiempo y tan dignamente en la<br />

prosperidad de esa sagrada causa”.<br />

Don Casimiro Albano Cruz, amigo de O’Higgins desde la niñez y su primer<br />

biógrafo, describe en estos términos la incorporación de nuestro héroe en las<br />

huestes del Libertador Bolívar:<br />

“El 19 de agosto de 1824, en la mañana, se dió la orden del día felicitando al<br />

Ejército Unido peruano-colombiano por la incorporación en sus filas del ilustre<br />

guerrero y distinguido veterano de la independencia, S. E. el Capitán General don<br />

Bernardo O’Higgins; observando que a pesar de ser la única escarapela chilena<br />

que se divisaba en el ejército, unido, esta sola escarapela tenía la importancia<br />

de un ejército”. “La misma orden prevenía que todos los Generales y Oficiales<br />

del Ejército, reuniéndose en casa del General La Mar, marcharan a la residencia<br />

del General O’Higgins, para cumplimentarle por su venida y expresarle, al mismo<br />

tiempo, su gran satisfacción al tener por compañero de armas al vencedor de<br />

tantas batallas y fundador de la independencia de su Patria”.<br />

“Así se hizo el mismo día, y La Mar pronunció un discurso digno de la ocasión<br />

y del ilustre soldado a quien se dirigía. O’Higgins contestó con su acostumbrada<br />

modestia, manifestando su profunda gratitud por la distinción que se le hacía,<br />

añadiendo que este día ‘lo miraba como el más feliz de su vida, como que le<br />

300

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!