REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
1818; que había formado las fuerzas armadas; que había dirigido con prudencia
el poder político; que había trabajado por el bienestar ciudadano; que había
prestigiado la nación en el exterior, se encontró sin embargo, combatiendo con
una oposición a su gobierno desde mediados de 1821.
Situación política que lo lleva a escuchar a una asamblea popular donde le
solicitan su renuncia, para evitar una guerra civil. O’Higgins, en un gesto de
patriotismo y prudencia, renuncia a su cargo político; su abdicación es un hecho
que enaltece gloriosamente su memoria, siendo un testimonio de reciedumbre
moral inigualable.
El Director Supremo general Freire, con fecha 2 de julio entrega la autorización
solicitada por O’Higgins, para trasladarse a Irlanda. El prócer cambia de parecer
y decide residir en Perú. Se embarca en la corbeta de guerra inglesa Fly, en
compañía de su madre, hermana e hijo. Zarpa de Valparaíso el día 17 de julio de
1823.
En febrero de 1824, O’Higgins hizo gestiones para ingresar al ejército de
Bolívar, esta petición no llegó a materializarse. En enero de 1825 ocupa la
hacienda de Montalván.
Freire, al tener conocimiento de opiniones para nombrar a O’Higgins
comandante de la futura expedición sobre Chiloé, dicta un decreto dándolo de
baja del escalafón del ejército.
En 1836 Chile declaró la guerra a la confederación Perú-Boliviana. El general
Bulnes venció al jefe de la confederación, general boliviano Andrés de Santa Cruz,
en la batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839. El Presidente de Chile, Joaquín
Prieto, el 25 de junio de 1839, resuelve lo siguiente: “El antiguo Capitán General
del Ejército de Chile don Bernardo O’Higgins queda restituido a esta graduación
con la antigüedad correspondiente a su primitivo nombramiento”.
En su permanente preocupación por su patria escribe al Ministro Relaciones
Exteriores de Chile, insinuando la colonización del estrecho de Magallanes, el
establecimiento de un servicio de vapores y la trascendental idea de defender
aquel territorio de hostilidades extranjeras.
El presidente Manuel Bulnes, consciente de las advertencias de O’Higgins, envió
al estrecho de Magallanes, en 1843, la goleta Ancud, con la misión de reafirmar
los derechos de Chile en el apartado territorio. El comandante de la Ancud con
sus hombres construyó un fuerte en tierra que denominó “Bulnes”. Se cumplía una
misión emanada de esa permanente “visión Geopolítica” de O’Higgins, apenas
dos meses y días después de su petición. Recordemos a sus descubridores y
exploradores, quienes con sus experiencias e informes, despertaron en el Prócer
el gran interés por la zona austral: Hernando de Magallanes en 1520; Francisco
de Ullóa en 1553; Juan Ladrillero en 1558 y Francis Drake en 1578.
Bernardo O’Higgins falleció en Lima, el 24 de octubre de 1842, en los días que
preparaba su regreso a Chile.
En 1868, el gobierno de Chile decretó la repatriación de sus restos. Zarpa desde
Valparaíso una escuadrilla al mando del almirante Blanco Encalada, compuesta
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