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REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

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Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

que las previsiones de Miranda eran por demás fundadas, y que su confianza<br />

en el joven a quien daba esos consejos no iba a ser engañada. O’Higgins, en<br />

efecto, por su perseverancia, por su abnegación, por su patriotismo severo e<br />

incontrastable, por su heroísmo y por su juicio tranquilo y claro, fue sin disputa el<br />

más ilustre a la vez que el más glorioso de los discípulos de Miranda”.<br />

Orrego Vicuña ha evocado también la escena de la revelación de los planes<br />

del Precursor a su discípulo: “Veíanse O’Higgins y Miranda en casa de éste y<br />

allí, al amparo de los libros, debieron franquearse sus almas, sellando entre<br />

ellos un pacto de acero que sería ampliamente cumplido. Durante el invierno<br />

de 1798 prolongáronse esas entrevistas al amor de la lumbre, y mientras en la<br />

chimenea chisporroteaban los leños, el corazón de ambos ardía de esperanza”.<br />

En página testimonial ha contado el prócer chileno el deslumbramiento de la<br />

primera revelación, cuando Miranda descorrió ante el joven el velo de sus grandes<br />

proyectos. “Al oír de labios del Precursor el cuadro de operaciones que traía entre<br />

manos, arrojase en sus brazos bañado de lágrimas”.<br />

Jaime Eyzaguirre, por su parte, recuerda asimismo esta escena y evoca la<br />

cautivante presencia del prócer venezolano. “Desde un principio, Bernardo se ha<br />

sentido subyugado por este hombre de ojos fuertes y mentón fino y puntiagudo,<br />

que más que maestro, parece jefe, caudillo. Y lo halaga verse distinguido por<br />

Miranda ante todos sus compañeros de estudio. Un día el venezolano le habla a<br />

solas y le franquea su secreto: todo un admirable plan de libertad de las tierras de<br />

América. Su voz es persuasiva. Tiene algo de mística y sacerdotal. Y el alma de<br />

Bernardo queda cogida de inmediato como en un puño. Lo que Washington había<br />

hecho en las colonias inglesas era preciso realizarlo en los extensos dominios que<br />

ahora vegetaban bajo la opresión de la dinastía borbónica”. Y añade: “Miranda,<br />

con la ternura propia de un apóstol que ha salvado y conquistado una inteligencia<br />

para la más grande de las causas, le estrecha junto a sí”.<br />

O’HIGGINS RECUERDA A SU MENTOR<br />

Posiblemente, al momento de partir a su patria, vía España, O’Higgins era el<br />

más joven de los asociados al vasto plan mirandino. En un documento titulado<br />

“Nombres de algunos Comisarios de Sudamérica”, figura en el número 13 de la<br />

lista: “D... Riquelme, de Santiago de Chile”.<br />

Orrego Vicuña destaca en ambos próceres la consecuencia con los principios<br />

libertarios: “De pocos hombres –dice, refiriéndose al Precursor– podría afirmarse<br />

que supieron ser tan leales a la finalidad de su destino”. Y cuando sigue el curso<br />

de los acontecimientos de 1810, el historiador comenta la difusión en Chile, de<br />

las noticias relativas a la jornada del 25 de mayo en Buenos Aires. “Cuando la<br />

noticia de acontecimientos tan trascendentales llegó a Concepción, el corazón<br />

de O’Higgins debió estremecerse de gozo. Palpitaría en sus venas la fiebre de<br />

nuevas acciones, y su pensamiento hubo de comulgar con el de Miranda. Muy<br />

pronto el discípulo alcanzaría la altura del maestro”.<br />

Sobre el carácter de mentor directo de O’Higgins que tuvo el prócer venezolano,<br />

las palabras de aquél son precisas. El 1º de septiembre de 1828, escribe desde<br />

Montalbán al Almirante Hardy: “A Miranda debí la primera inspiración que me lanzó<br />

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