REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Ev i s t a li B E r t a d o r o’higgins
republicana, alejando ideologías monárquicas que querían establecer en América
otros próceres. Consideraba fundamental una ley constitucional, y dispuso su
redacción, “La Constitución de Chile fue promulgada el 23 de octubre de 1818”;
reemplazando al reglamento constitucional de 1812.
Osorio, regresa a Lima, embarcándose junto a 689 soldados. Se concentran en
el Perú las fuerzas españolas del Pacífico. Quedan en Chile, el coronel Montoya,
Gobernador de Valdivia, y el coronel Quintanilla, gobernador de Chiloé.
Inmediatamente después de la victoria de Maipú, el Director Supremo,
O’Higgins, y el general San Martín, dedicaron sus esfuerzos para lograr la
expedición que independizaría al Perú.
El gobierno de Buenos Aires había prometido su aporte para la empresa, pero
debido a la sublevación de los cuerpos que guarnecían San Juan y Arequito, no
sólo no pudo cumplir con su aporte en dinero, sino que tuvo que hacer regresar a
Mendoza a 1.253 hombres del Ejército de los Andes.
Así, la expedición fue financiada enteramente por Chile. Las dotaciones fueron
mayoritariamente chilenas; de los 4.642 soldados del Ejército Libertador del Perú,
sólo 642 eran argentinos.
El esfuerzo será de gran sacrificio, ya que había que afrontar simultáneamente
una guerra en Arauco. El gobierno de O’Higgins, de común acuerdo con el
Congreso dispone que San Martín y sus oficiales sean encolados en el ejército
chileno y San Martín designado Comandante en Jefe de la Expedición. El
Almirante Cochrane fue nombrado comandante de la Flota.
La Expedición Libertadora marchó al Perú bajo bandera chilena y, no olvidemos,
a bordo de la Escuadra Chilena.
Desgraciadamente, la campaña libertadora del Perú, que tantos esfuerzos
y sacrificios costara a Chile, no rindió los frutos esperados debido al deficiente
ejercicio de “mando superior”. Tal es así, que la independencia del Perú quedó
sellada por las fuerzas victoriosas del Libertador Simón Bolívar y del Mariscal
Antonio José de Sucre, en las batallas de Junín (06 de agosto de 1824) y de
Ayacucho (9 de diciembre de 1824). Los restos del Ejército Libertador, que
regresaron a Chile después de 1822, eran sólo una séptima parte de los soldados
que habían zarpado en 1820.
El general San Martín sólo había logrado una libertad ficticia del Perú, ya que
las fuerzas españolas se mantenían poderosas y amenazantes en la sierra y en
la región sur.
No obstante lo anterior, la contribución de Chile a la independencia del Perú,
fue decisiva, al iniciarla en 1820 con el envío de la Expedición Libertadora. La
escuadra que dominaba el mar, al terminar con la resistencia española en el
océano; debilitó a los ejércitos realistas, quienes quedaron sin comunicaciones y
sin la posibilidad de refuerzo.
El Director Supremo, General Bernardo O’Higgins, que en su gobierno había
efectuado grandes realizaciones militares que permitieron la independencia del
país, que había organizado la república, promulgando la ley constitucional de
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