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REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

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Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

El escritor peruano Ricardo Palma señala que el ilustre chileno fue precisado<br />

por la Inquisición, ante la delación de una persona muy cercana a dicha institución,<br />

que lo acusó de guardar libros prohibidos. Revisada su celda los alguaciles<br />

no encontraron ninguna obra herética. Luego, otro personaje se acercó a él<br />

para solicitarle una obra de Voltaire y pensando que era un espía se la negó,<br />

expresándole que no era compatible con sus ideas y conocimientos. No satisfecho<br />

con la respuesta, insistió nuevamente y, esta vez los alguaciles registraron su<br />

cama, encontrando algunos libros de Rousseau, Raynal y El Orden Natural y<br />

Esencial de las Sociedades Políticas, publicada en 1767 por Paúl Pierre Mercier<br />

de la Riviére y otras pero ninguna de Voltaire y menos que atacaran a la Iglesia.<br />

El ilustre investigador José Toribio Medina, tuvo acceso a documentos de<br />

especial relevancia y agregó otros antecedentes a los que había investigado<br />

Luis Montt y que los divulgó en su libro Ensayo sobre la biografía de Camilo<br />

Henríquez. Montt señala que el inquisidor general de Lima aceptó la propuesta<br />

de los padres de la Buena Muerte, en el sentido de hacer venir desde La Paz a<br />

Fray Bustamante, doctor de amplia notoriedad, para que examinase al sacerdote<br />

chileno. El informe fue ampliamente favorable y el inquisidor no volvió a insistir.<br />

Siguiendo a Medina se intuye que la primera causa se inició en 1796, la segunda<br />

en 1802 y finalizó en 1803. Quedó muy en claro que Fray Henríquez había leído<br />

el Contrato social y otros libros, pero Fray Bustamante informó al Santo Oficio que<br />

lo había hecho llevado por su afán de asegurar aún más su fe y tener argumentos<br />

suficientes para rebatir dichas obras en los círculos más intelectualizados del<br />

virreynato. En julio de 1809, el Tribunal de la Inquisición tuvo conocimiento que<br />

en la biblioteca del conde Baquijano, se guardaban varios textos que difundían<br />

doctrinas contrarias a la autoridad de la corona y la Iglesia. Acto seguido se<br />

dictó una orden de requisición de dichos libros y citación a las personas que<br />

frecuentaban su residencia. Entre los más asiduos se contaba a Fray Henríquez;<br />

como ya tenía un historial anterior no dudaron en conducirlo a los calabozos del<br />

Santo Oficio, donde permaneció hasta enero de 1810.<br />

Aconsejados por el superior de los frailes de la Buena Muerte optaron por<br />

enviarlo a Quito en misión especial, destinada a alejarlo de las peligrosas manos<br />

de la Inquisición, pues un encierro más y los huesos quedarían atrapados en<br />

las mazmorras limeñas. En las tres ocasiones, abandonó enfermo la prisión.<br />

Permaneció encadenado en una estrecha y fría celda sin compañía. Mientras<br />

trata de dormir sólo sabe que físicamente está privado de libertad, pero tiene un<br />

espacio inmenso para soñar en la liberación de las naciones americanas. Las<br />

lecturas de los filósofos franceses y otros escritos que fueron a parar a sus manos<br />

dejaron profunda huella impulsada subliminalmente por Fray Celis, su maestro.<br />

En la hermosa Quito, los frailes de la Buena Muerte poseían una casa sin<br />

grandes pretensiones, por lo cual se instalaron en la que había sido el convento<br />

jesuita, una vez que éstos fueran expulsados por la Casa Real de España. Se<br />

dedicaban principalmente al cuidado de enfermos y a prácticas doctrinarias<br />

tratando de reemplazar a la Compañía de Jesús, en misiones y confesiones.<br />

Entre los documentos que existen en el Archivo Nacional de Historia de Quito, el<br />

catedrático José Salvador Lara, ubicó una petición de puño, letra y firma de Fray<br />

Camilo, fechada el 7 de mayo de 1810, o sea dos meses después que llegara a esa<br />

ciudad, dirigida al conde Ruiz de Castilla, y cuyo texto es el siguiente: “Excemo.<br />

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