08.05.2013 Views

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

Ud., i no para pasar bochornos i miserias que con mucha facilidad se podían haber<br />

remediado, a lo que yo me veo ya casi acostumbrado, i de esto son testigos en<br />

Londres comerciantes de mucho respeto, quienes han sido bastante generosos<br />

para hacer una corta suscripción de dos guineas (2 libras y 10 peniques) al mes,<br />

al haber sido informados de mi vida ¡país i al verme a tantas leguas de mis padres<br />

i amigos, lo cual les es mui raro, pues aquí no creo que hayan conocido otro de<br />

Chile que yo…” 8 .<br />

A su padre le escribe desde Cádiz, refiriéndose a sus apoderados de Londres:<br />

“...Si en tiempos pasados, mal informado por los correspondientes de Londres,<br />

dos judíos relojeros, quienes corrían conmigo, había escrito (se refiere a don<br />

Nicolás) que me había exedido en dichos mis gastos, pero después de enterado<br />

quienes eran dichos correspondientes, ha variado pues todavía no han dado<br />

cuenta de como se ha gastado el dinero que han recibido y de los últimos 3000<br />

pesos no han dado aún recibido, ni se han dado por entendidos, pues ya va para<br />

dos años que estoy aquí (Cádiz) i no quieren responder a las cartas que se les<br />

escriben. Yo de mi parte no he recibido más que una guinea mensualmente para<br />

pagar mis gastos menudos, para lo cual tuve orden de Don Nicolás, i ha habido<br />

tiempos que no me han dado ni aún para comer…” 9 .<br />

Finalmente, con fecha 9 de julio de 1801, escribe una última carta a los<br />

relojeros, cobrándoles lo que debían y recriminándoles sobre sus iniquidades<br />

judaicas 10 .<br />

La calle Snow Hill y la iglesia del Santo Sepulcro existen; el panorama de hoy<br />

por supuesto es muy diferente a los tiempos de Bernardo. Una serie de placas<br />

en la calle recuerdan los edificios que allí hubo, la mayoría destruidos durante los<br />

bombardeos aéreos de la Segunda Guerra Mundial. (En mapa de la época, en<br />

Anexo 5, se identifica el lugar de la tienda.)<br />

BERNARDO RIQUELME ESTUDIANDO EN RICHMOND, SURREY<br />

RICHMOND, EN LA ÉPOCA DE BERNARDO<br />

Fue solamente a partir de 1690 que Richmond empezó a transformarse de<br />

un pequeño pueblo, en los alrededores del Palacio Real, a una pequeña pero<br />

próspera ciudad. El mayor ímpetu se lo entregó el dinero de Londres: ricos<br />

comerciantes buscando ya sea inversiones o casas de veraneo comenzaron<br />

arrendando casas, las que posteriormente compraron y mejoraron, dándole así<br />

otra cara a la naciente ciudad. Entre los dueños de estas casas se contaban<br />

comerciantes judíos a quienes se les hacía más fácil encontrar un adecuado<br />

lugar en la sociedad, en la relajada atmósfera de Richmond. Estas casas se<br />

construyeron a orillas del río Támesis que cruza la ciudad y también sobre una<br />

pequeña colina que domina el paisaje circundante. A fines del siglo XVIII el interés<br />

se hizo mayor, construyéndose grandes mansiones, muchas de las cuales han<br />

8 Ibídem, pp. 15-16.<br />

9 Ibídem, pp. 15-16.<br />

10 Ob. cit., Vicuña Mackenna, 1860, p. 80.<br />

93

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!