REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
O’HIGGINS Y LA EXPEDICIÓN LIBERTADORA DEL PERÚ
Washington Carrasco Fernández 1
Bartolomé Mitre, al referirse a la Expedición Libertadora del Perú en su Historia
de San Martín, reconoce que “Es gloria de Chile y del Director O’Higgins, quien en
1819 había pactado con el gobierno argentino llevar en común la libertad al Perú,
costeando ambos Estados los gastos; a costa de grandes sacrificios, hizo honor
al tomar la ardua empresa a su cargo e impulsarla vigorosamente y con fe”.
Reproduce también la siguiente confesión de O’Higgins relativa a los
quebrantos que ella le significó: “Yo debí encanecer a cada instante. Sólo la futura
suerte de Chile y de la América podía sostener mi corazón y mi espíritu. El que
no se ha visto en estas circunstancias no sabe lo que es mandar. Es el mayor y el
más digno sacrificio que podía ofrecer a mi patria”.
Los historiadores de la emancipación americana destacan en detalle y con
justicia, la organización del Ejército de los Andes, bajo la previsora y decidida
conducción del general José de San Martín, quien contó con el valioso e invalorable
concurso de la rica y tranquila provincia de Cuyo y el decidido respaldo del
director Pueyrredón. Importantísima fue también la entusiasta colaboración de los
emigrados chilenos y especialmente la eficaz y leal cooperación de su reciente y
definitivo amigo, el brigadier Bernardo O’Higgins, incorporado con el mismo grado
jerárquico chileno al Ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata, por su
reconocido valor y experiencia de guerra, al igual que su acabado conocimiento
de Chile, futuro Teatro de Operaciones para el Ejército en gestación.
Esta fecunda labor previa posibilitó la exitosa realización de la primera fase
del plan estratégico sanmartiniano, materializada por el extraordinario paso
de los Andes y las decisivas victorias de Chacabuco y Maipú, resultados que
corresponden al genio militar del General argentino.
Sin embargo faltaba la segunda fase indispensable que permitiera poner en
pie de guerra una Escuadra y un Ejército destinados, primero a dominar el mar
y, después, a vencer en su propio territorio el principal baluarte español, que
constituía en el Perú una seria y permanente amenaza a la libertad de las nuevas
naciones que surgían en América.
Son ampliamente conocidas las lamentables disensiones internas y
contingencias políticas que convulsionaron a las Provincias Unidas del Río de la
Plata y que, especialmente entre los años 1819 y 1820, en los que se organizó
1 Teniente General. Presidente Nacional. Instituto O’Higginiano de Chile.
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