REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
que en su barco “Cigar” atravesaba periódicamente aquellas lejanías al practicar
la carrera de Inglaterra al Perú” 46 .
El Prócer tenía conciencia de que el destino de Chile estaba estrechamente
ligado al océano; por ello, estimaba imprescindible que el nuevo Estado contase
con una Escuadra Nacional capaz de garantizar la seguridad de nuestras costas
y expandir la soberanía chilena allende los mares, el ejemplo de “La inmortal
Cundinamarca” 47 . Estaba fijo en su mente: “A costa de sacrificios contamos
hoy con una escuadra, que se enseñorea en el Pacífico, y seremos dueños de
las costas que baña; siempre el dominio de los mares llevó en pos de sí los
continentes, La presa de la fragata “Isabel”, de cinco transportes con tropas y
de tantos buques mercantes, el armamento de corsarios; la consecución de las
fuerzas navales del Callao; el terror y escarmiento de las de Cádiz; el fuego de la
libertad encendido en las costas del Perú, centelleando en Lima y electrizando la
sierra; la obediencia a esta República jurándose en las costas de Panamá” 48 .
La visión de O’Higgins era una República fuerte y progresista, cuyo poder
se basaría en una escuadra que le asegurase la hegemonía en el Pacífico y le
posibilitara la expansión ultramarina. En carta al Almirante Cochrane expresa
con precisión sus ideas: “Será muy terrible para mí la pérdida de Guayaquil, pero
tal accidente podía proporcionar a usted y a Chile mayores glorias y ventajas.
Si la pérdida es efectiva y si usted considerase que podría ser capturada, sería
conveniente apoderarse de la puna o algún punto equivalente donde izar el
pabellón chileno, y a su aviso yo podría enviarle 500 hombres y aún más, si
hubieran algunas personas de fortuna que pudieran adelantarnos 60.000 pesos
o ayudarnos con productos del país para los gastos de la expedición. Estando
Guayaquil en nuestro poder, las Islas Galápagos (que ahora pertenecen a la
primera nación sudamericana que tome posesión de ellas) serán nuestras y
agregando la “Prueba” y la “Venganza”, daremos leyes y las impondremos” 49 .
La expansión territorial y transoceánica debía llevar consigo una importante
inmigración extranjera; el Libertador piensa en los irlandeses, coterráneos de
sus antepasados, agobiados por la pobreza de la tierra y el yugo inglés: “Atraer
extranjeros agricultores, industriales y capitalistas, no es posible sin ofrecerles
una gran garantía y toda la libertad de que gozan en otras naciones; ésta es la
adquisición más importante. Virgen todavía la feraz superficie de nuestro suelo
e intactas sus entrañas, sólo ellas nos procurarán en breve nuevos frutos y
tesoros” 50 .
A través de nuestro estudio podemos resumir los principales aspectos del
pensamiento e inquietudes políticas del Libertador:
1. Una república autoritaria, dotada de un poder ejecutivo fuerte, de carácter
castrense que gobierne con un sentido educador y teniendo como meta el
desarrollo en constante progreso;
46 Eyzaguirre, ob. cit., pág. 460.
47 Inglaterra.
48 Manifiesto del 31 de agosto de 1820.
49 Valencia. Avaria, ob. cit., pág. 88.
50 Discurso de apertura de la Convención, 23 de julio de 1822.
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