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REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

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Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

Tan pronto como conoció esta proposición, utilizando conexiones que no<br />

conocemos, pidió ayuda al Gobernador de las Provincias del Río de la Plata, para<br />

los apoyos necesarios ante la Corte con el fin de afianzar su ascenso.<br />

Autorizado para trasladarse a Santiago, después de la celebración del<br />

Parlamento de Negrete al cual asistió acompañando al Capitán General de<br />

Morales, reinicia los preparativos para concluir finalmente el proyecto de las seis<br />

casas de protección en la Sierra Nevada. Concluye esta tarea en el verano de<br />

1772 y, en agosto de ese mismo año, el Marqués de Grimaldi hacía llegar las<br />

congratulaciones del Rey al Gobernador de Morales y aprobada las sugerencias<br />

del “Capitán de Caballos, don Ambrosio Higgins”.<br />

La estrella del tenaz funcionario comenzaba a brillar. En el mes de marzo de<br />

1771 se instruye al Virrey del Perú “para que coloque a don Ambrosio Higgins<br />

con la graduación y sueldo que le parezca, puesto en el destino que crea más<br />

conveniente”.<br />

Preocupado de que la facultad conferida al Virrey para “colocarlo” en<br />

una graduación y sueldo justo, no se ejerciera debidamente en proporción<br />

a sus méritos, quiso viajar a Lima con la manifiesta intención de asegurar sus<br />

pretensiones. Probablemente aconsejado por el propio Capitán General, que<br />

alababa generosamente sus virtudes, aceleró la construcción de los tres refugios<br />

que aún faltaban para completar el proyecto, postergando la idea de este viaje y<br />

aportando un antecedente más para la favorable resolución del Virrey 73 .<br />

Luego, obtuvo una licencia de seis meses y una recomendación del Gobernador<br />

para el Virrey del Perú, reiterándole que sus antecedentes lo hacían “acreedor<br />

a que la justificación de V.E. le tenga presente en los referidos asuntos de su<br />

acomodo”.<br />

Morales, guiado por alguna sutil insinuación del propio Higgins, informa al<br />

Virrey que encomendó a don Ambrosio darle amplios detalles sobre la situación<br />

del Reino en la Frontera y el Parlamento recién celebrado, “cuyas particularidades<br />

y circunstancias de todo lo ocurrido en dicha Junta encargo a este Oficial exponga<br />

a V.E. muy por menor” 74 .<br />

Además, si le creemos a Carvallo y Goyeneche, habría conseguido muy<br />

buenas recomendaciones de don Baltasar Sematnat, poco después Maestre de<br />

Campo y Gobernador de Concepción, para el Virrey Amat y don Antonio Amat,<br />

parientes suyos 75 .<br />

Higgins conoció ahora las interioridades del palacio Virreinal en Lima. Gran<br />

impresión debió causarle el lujo y la solemnidad principesca de Amat. Como<br />

buscador de fortuna, por tantos años, mucho más ha golpeado su sensibilidad<br />

la comprobación fehaciente del éxito económico de los altos funcionarios. La<br />

riqueza del Virrey era impresionante y no menor la fortuna de su Asesor, don José<br />

Perfecto Salas.<br />

73 Ricardo Donoso: El Marqués.... p. 103.<br />

74 Manuscritos de J.T. Medina, Vol. 193, Capitanía General, Vol. 794.<br />

75 Ricardo Donoso: El Marqués.... p. 120.<br />

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