REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Ev i s t a li B E r t a d o r o’higgins
enseguida el elemento meridional cargado de sangre andaluza... y enseguida el
pueblo, en su mayoría mestizo de aborigen.”
Los acontecimientos posteriores no sacudieron esta estructura piramidal. Al
momento de las guerras de independencia un crecido número de comerciantes
hispanos abandonó el país, con lo cual éste comenzó a ser ejercido, en buena
medida, por comerciantes extranjeros, fundamentalmente ingleses. De esta
manera el control de la sociedad comenzó también a ser manejado por manos
criollas. Pero esta Aristocracia Criolla siguió ocupando un papel directivo en toda
esta estructura, “se necesitan muchos cambios para que todo siga igual”.
Teniendo en cuenta que una de las principales actividades económicas era
la explotación y comercio de productos agrícola-ganaderos en el valle central
(cereales, frutas secas, cordobanes, sebo), la posesión era el elemento que
situaba al hombre en la sociedad. La hacienda era la unidad económica que
producía para vender al principal mercado: Perú. Los propietarios rurales del valle
central pasaron a ser un grupo dominante encabezado por 200 familias criollas.
Sobre esta estructura social rígida encargada de dirigir el proceso de
independencia según los intereses y acontecimientos del momento, no mediando
una actitud decisiva y con proyecciones futuras por parte de todo este sector en
conjunto. A medida que se conocen los acontecimientos de España, las posturas
van cambiando, surgiendo un pequeño elemento de ideas más radicales que habla
de “Gobierno Propio”. Después de creada la junta de 1810 y convocado el primer
Congreso Nacional, los estudiosos asignan el protagonismo político a “rupturistas
o separatistas” movimiento ambiguo en el sentido de que nadie vislumbra con
certeza qué ocurrirá en el futuro. El movimiento se define completamente una
vez que son enviadas las primeras expediciones por el virrey del Perú, ya que
el proceso no puede revertirse, y son los mismos hechos, los que impulsan a
la clase dirigente criolla hacia la independencia, consolidada por San Martín y
O’Higgins en Chacabuco, y Maipú.
EL PENSAMIENTO POLÍTICO DEL LIBERTADOR
Bernardo O’Higgins Riquelme –hijo de Ambrosio O’Higgins, Virrey del Perú– al
igual que él, encarnó el pensamiento del Despotismo Ilustrado del siglo XVIII.
“Todo por el pueblo pero sin el pueblo”.
O’Higgins llega a la primera magistratura del país después de la Batalla de
Chacabuco. El 15 de febrero de 1817 se reúne un Cabildo Abierto en Santiago, el
cual elige al general José de San Martín como gobernador, poniendo en su mano
la elección del sistema de gobierno más apropiado: la dictadura o la república
absoluta. San Martín, en virtud de la futura campaña al Perú y las instrucciones de
Puyrredón (estipulaban la entrega del mando a O’Higgins), declina el ofrecimiento
en tres oportunidades. Al día siguiente, la elección recae necesariamente en
O’Higgins. El 17 de febrero de 1817 el nuevo Director Supremo de Chile, en
un bando, afirmó: “El pueblo de esta capital, en uso libre de sus inalienables
derechos, para darse la forma de gobierno que le sea más análoga, y por la
voluntad interpretativa de las demás provincias, que... no ha podido suplirse de
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