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REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

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Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o<br />

Trucíos, 15 mil pesos en mercaderías y otro contrato similar con Juan Albano<br />

Pereira, por $12.000. Es también probable que haya interesado en negocios<br />

parecidos a don Diego de Armida.<br />

En Perú, según la denuncia del Procurador, como consecuencia de la “corrida”<br />

de los comerciantes que no contaban con licencia, los resultados no podían ser<br />

más halagüeños para el irlandés:<br />

“Don Ambrosio Higgins, inglés, que vino de Capitán de Gallinas, ha pocos días se<br />

embarcó para Panamá en el navío San José, sin licencia de este superior Gobierno,<br />

acompañándole don Juan de Miramón, francés, que vino por Buenos Aires y recibió<br />

por endoso más de 100.000 pesos del mismo Navío San Martín, y entre estos dos<br />

embarcaron en él, a nombre de españoles, más de 200.000 pesos que produjo su<br />

comercio” 58 .<br />

El manejo de estas elevadas cantidades de dinero, ridiculiza en buena medida<br />

la historia del “falte” o buhonero desamparado que, supuestamente, recorría Lima<br />

y sus alrededores, en un comercio de menudeo. El crédito y la confianza que<br />

suponían estas importantes intermediaciones comerciales, hace descartable la<br />

imagen del comerciante fallido o del condenado a los calabozos de la Inquisición<br />

limeña.<br />

El cumplimiento de la generosa legislación de extranjería española, respecto<br />

de los irlandeses e ingleses católicos, era bastante irregular en América,<br />

por ignorancia funcionaria. Higgins ya lo había probado en Lima y, después,<br />

cuando ejercía las funciones de Gobernador de Chile, debió instruir a más de<br />

un empleado sobre la correcta aplicación de estas normas de excepción. Barros<br />

Arana recuerda que “tuvo que luchar en Chile y en el Perú con las dificultades<br />

que le creaba su nacionalidad. Siendo Presidente de Chile se vio en el caso de<br />

comunicar al Subdelegado de Coquimbo, el 10 de diciembre de 1795, las cédulas<br />

reales que amparaban a los irlandeses para favorecer a uno o varios individuos<br />

de esa nacionalidad que se hallaban en ese Distrito” 59 .<br />

Don Ambrosio siempre evitó referirse a su nacionalidad, como lo hizo con su<br />

edad, cuando debía individualizarse.<br />

“Si había un hombre, dice don Miguel Luis Amunátegui, llamado por sus antecedentes<br />

a manifestar simpatías a los extranjeros, era don Ambrosio O’Higgíns”.<br />

Sin embargo, como apunta el autor citado, “Era particularmente notable la<br />

excesiva desconfianza que el irlandés Presidente-Gobernador de Chile mostraba<br />

a todos los que no eran legítimos y añejos españoles” 60 .<br />

8. LOS ALTIBAJOS ADMINISTRATIVOS<br />

La destinación de un ingeniero, como don Juan Garland, a la Capitanía<br />

General de Chile correspondió a una de las tantas decisiones administrativas<br />

58 Luis Valencia Avaria: Bernardo O’Higgins..., p. 18.<br />

59 Diego Barros Arana: Historia..., Tomo VI, Parte quinta, p. 9.<br />

60 Miguel Luis Amunátegui: Los precursores de la Independencia de Chile. Ed. Imprenta la República, 1870,<br />

Tomo 1, pp. 295 y 296.<br />

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