REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Ev i s t a li B E r t a d o r o’higgins
ideario republicano. Deseó y se esforzó por la unidad hispanoamericana, pero
dentro del concepto de la soberanía de cada Estado.
COMENTARIO FINAL
El historiador chileno Diego Barros Arana dijo una vez que “sin Carrera no
habría habido independencia y que sin O’Higgins no habría habido una República
organizada” y ésta es una gran verdad, puesto que este último organizó la fuerza
humana como un conjunto dinámico amante de la libertad y orgulloso de su
nacionalidad, consolidó su territorio y aseguró su patrimonio en la tierra y en el
mar, fomentando un concepto muy firme de lo que hacia el futuro significaría la
mantención de su soberanía.
La grandeza del Libertador se refleja nítidamente en las siguientes frases
de su renuncia: “Creyendo que en las circunstancias actuales puede contribuir
a que la Patria adquiera su tranquilidad el que yo deje el mando supremo del
Estado, y habiendo acordado sobre este punto lo conveniente con el pueblo
de Santiago, único con quien podía hacerlo en la crisis presente, he venido en
abdicar la Dirección Suprema de Chile y consignar su ejercicio provisorio a una
junta Gubernativa compuesta de los ciudadanos don Agustín Eyzaguirre, don
José Miguel Infante y don Fernando Errázuriz...”.
O’Higgins, el más olvidado de los Capitanes de América y al cual no se le
reconocen méritos más allá de las propias fronteras chilenas, fue un geopolítico
con una gran visión del futuro; forjó la Patria Chilena, la que fue de nuestros
abuelos y la que será de nuestros nietos, y la proyectó hacia el destino. Esta es la
gran verdad histórica del Libertador Bernardo O’Higgins.
454