REVISTA LIBERTADOR O'HIGGINS - Instituto Ohigginiano

Edición c o n m E m o r a t i v a dE l Bi c E n t E n a r i o
O’Higgins, que los servicios de Cochrane eran indispensables, pues, además de
ser un gran jefe naval, sabía mandar tripulaciones heterogéneas. Por este motivo,
ambos próceres se opusieron a las reiteradas renuncias del Almirante.
El 15 de junio, O’Higgins y San Martín se vienen a Valparaíso para dirigir
personalmente los aprestos de la expedición. Los acompaña el Ministro de
Guerra, Zenteno. Al partir, el Director Supremo establece una delegación Suprema
formada por:
Director supremo delegado en el Ministerio de Gobierno y Relaciones
Exteriores, el Ministro Joaquín Echeverría Larraín, director supremo delegado en
el Ministerio de Hacienda don José Antonio Rodríguez Aldea.
Tanto O’Higgins como San Martín se despiden del Senado y del Cabildo de
Santiago. El Senado expuso en su acuerdo: “Que la empresa colmará las glorias
del Estado de Chile, será asombroso para la posterioridad y el fundamento que
cimiente nuestra emancipación y la independencia de la América del Sur”.
Los Generales pasaron a Quillota, y enseguida a Valparaíso, instalándose en
el castillo colonial de San José. Las fuerzas expedicionarias tomaron el nombre
de “Ejército Libertador”.
La enorme expedición, la más grande que se había organizado en América,
se componía de 6.842 hombres, desde General a soldado, embarcada en 16
transportes, escoltada por 7 buques de guerra; era una empresa realizada por el
Director Supremo de Chile, quien la llevó adelante con extraordinaria actividad,
venciendo innumerables obstáculos.
El 19 de agosto estuvo todo el Ejército embarcado, dándose a conocer el
General San Martín como Jefe de la Expedición. Al mismo tiempo se izó en todas
las naves la bandera de Chile.
Era lógico que el pabellón debiera ser el estandarte de la expedición. Así lo
había hecho presente el General San Martín al contestar una pregunta que le
formuló don Gaspar Marín al respecto. Respondió: “Con la chilena, Sr. Marín”.
El zarpe de la expedición se fijó para el 20 de agosto, en homenaje al natalicio
de O’Higgins, quien ese día cumplía 42 años.
O’Higgins, San Martín, el Ministro Zenteno y ayudantes se embarcaron en una
falúa de gala, y se dirigieron al navío insignia, la fragata O’Higgins, donde fueron
saludados por el Almirante Cochrane, quien recibió las últimas instrucciones.
A continuación la comitiva se dirigió al navío San Martín, designado para llevar
al General en Jefe y su Estado mayor. En ese barco, el Director Supremo hizo
entrega al General San Martín de los despachos de Capitán General del Ejército
de Chile.
O’Higgins en aquella oportunidad entregó la patriótica proclama que a
continuación se reproduce:
“Al Ejército Libertador:
Soldados, he sido muchas veces testigo de vuestro coraje, sé lo que debo
esperar de vosotros en la campaña más importante de la revolución. El General
551