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Tertia Pars - Suma Teológica

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212 Tratado del Verbo encarnado C.19 a.l<br />

bles, sin confusión, inseparables, esto es, la operación<br />

divina y la operación humana k .<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir. Dionisio pone en Cristo<br />

una operación teándrica, esto es, divino-viril, o<br />

divino-humana, no en virtud de una confusión<br />

de operaciones o potencias de ambas<br />

naturalezas, sino porque su operación divina<br />

se sirve de su operación humana, y ésta<br />

participa del poder de su operación divina '.<br />

Por lo que, como escribe él mismo en una<br />

carta' 1 , [Cristo] realizaba de modo sobrehumano<br />

las cosas que son propias del hombre, como lo<br />

demuestra la Virgen al concebir sobrenaturalmente,<br />

y el agua sosteniendo el peso de los pies terrenos que<br />

la hollaban. Es evidente, en efecto, que el ser<br />

concebido es algo propio de la naturaleza<br />

humana, lo mismo que lo es el caminar;<br />

pero ambas cosas se dieron en Cristo de<br />

modo sobrenatural. Y, de igual modo, [Cristo]<br />

realizaba humanamente las cosas divinas,<br />

como cuando curó al leproso tocándolo<br />

(Mt 8,3). Por eso añade en la misma<br />

carta 10 : Pero, una vez que Dios se hizo hombre,<br />

actuaba con una operación nueva divina y humana.<br />

Que distinguía en Cristo dos operaciones,<br />

una propia de k naturaleza divina y otra<br />

propia de k humana, es evidente por lo que<br />

dice en el c.2 del De Div. Nom. n , al afirmar<br />

que el Padre y el Espíritu Santo no participan en<br />

modo alguno de las cosas atinentes a su operación<br />

humana, a no ser que nos jijemos en su voluntad<br />

benignísima y misericordiosa, esto es, en cuanto<br />

que el Padre y el Espíritu Santo, por su<br />

misericordia, quisieron que Cristo obrase y<br />

padeciese lo que pertenece a la naturaleza<br />

humana. Pero añade: Hecho hombre, también<br />

realizó toda obra divina, sublime e inefable porque,<br />

inconmutable, seguía siendo Dios y Verbo de Dios.<br />

Así pues, resulta claro que una es su operación<br />

humana, de k que el Padre y el Espíritu Santo<br />

no participan, a no ser bajo el aspecto de k<br />

aceptación de su misericordia; y otra es su<br />

operación en cuanto Verbo de Dios, de la que<br />

participan el Padre y el Espíritu Santo.<br />

2. A la segunda hay que decir: Una cosa se<br />

llama instrumento porque es movida por un<br />

agente principal; sin embargo, esa misma<br />

cosa puede tener, además, su propia operación<br />

derivada de su forma, como antes<br />

hemos dicho a propósito del fuego (en la<br />

sol.). Así pues, la acción del instrumento en<br />

cuanto tal no es distinta de la acción del<br />

agente principal; pero, en cuanto es tal cosa,<br />

puede tener otra operación. Por consiguiente,<br />

la operación de la naturaleza humana de<br />

Cristo, en cuanto es instrumento de la divinidad,<br />

no difiere de la operación de la<br />

divinidad, pues la salvación que nos procura<br />

la humanidad de Cristo no es distinta de la<br />

que nos proporciona su divinidad. No obstante,<br />

la naturaleza humana de Cristo, en<br />

cuanto es una naturaleza, posee una operación<br />

propia, aparte de la divina, como queda<br />

dicho (en la sol.).<br />

3. A. la tercera hay que decir: El obrar es<br />

propio de la hipóstasis subsistente, pero de<br />

acuerdo con su forma y naturaleza, en virtud<br />

de la cual recibe su propia especie la<br />

operación. Y, por eso, a diversas formas o<br />

naturalezas corresponden diversas especies<br />

de operaciones; pero de la unidad de hipóstasis<br />

proviene la unidad numérica de la<br />

operación específica. Así el fuego tiene dos<br />

operaciones específicamente distintas, a saber,<br />

iluminar y calentar, de acuerdo con la<br />

diferencia que hay entre la luz y el calor; y,<br />

sin embargo, la iluminación del fuego, cuando<br />

está iluminando, es numéricamente una.<br />

Y, del mismo modo, es necesario que haya<br />

en Cristo dos operaciones específicamente<br />

distintas de acuerdo con sus dos naturalezas;<br />

pero, en Cristo, cada una de esas operaciones,<br />

una vez realizada, es numéricamente<br />

una, como es único el caminar y es<br />

única la curación.<br />

4. A. la cuarta hay que decir: El existir y el<br />

obrar provienen de la persona y de la naturaleza,<br />

pero de modo diferente. El existir<br />

pertenece a la misma constitución de la<br />

persona y, bajo este aspecto, tiene razón de<br />

término. Y por eso la unidad de la persona<br />

requiere la unidad de un mismo existir completo<br />

y personal. Pero la operación es un<br />

9. Ep.4 Ad Caium: MG 3,1072. 10. Ep.4 Ad Caium: MG 3,1072. 11. § 6: MG 3,644.<br />

b. El instrumento unido y libre es asumido por el agente principal para realizar su fin. El<br />

instrumento tiene su acción propia, pero está como informada y promovida por la virtud del agente<br />

principal; y así los dos actúan en comunión. Como instrumento con su virtud propia, se salva la<br />

realidad humana de Cristo, tan marcada en la corriente antioquena. Como instrumento «unido» a la<br />

divinidad, se salva la unidad del ser, que destaca la corriente alejandrina (sol.5).<br />

c. La operación teándrica (a.l sol.) se da no sólo cuando Cristo hace milagros, sino en todas sus<br />

acciones y pasiones, pues el principio de operación es uno y el mismo: la persona del Verbo.

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