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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.85 a.4 La penitencia, considerada como virtud 783<br />

sus señores, así nuestros ojos en el Señor, nuestro<br />

Dios, esperando su misericordia; y como el hijo<br />

a su padre, según las palabras de Le 15,18:<br />

Padre, he pecado contra el cielo j contra ti; y como<br />

la esposa al esposo, según aquello de Jer 3,1:<br />

Aunque fornicaste con tantos amantes, vuelve a mí,<br />

dice el Señor.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A. la<br />

primera hay que decir: La justicia, como se<br />

afirma en V Ethic. 12 , dice relación a otro.<br />

Ahora bien, aquel a quien se refiere la<br />

justicia no es materia de esta virtud, sino<br />

más bien las cosas que se distribuyen o se<br />

cambian. Por eso tampoco es Dios la materia<br />

de la penitencia, sino los actos humanos,<br />

mediante los cuales se ofende o se<br />

desagravia a Dios. Y Dios es aquel a quien<br />

la justicia se ordena. De lo cual se deduce<br />

que la penitencia no es una virtud teologal,<br />

porque no tiene a Dios por materia u objeto.<br />

2. A. la segunda hay que decir: El justo<br />

medio es la igualdad que se establece en<br />

aquellos entre los cuales hay justicia, como<br />

se confirma en V Ethic. 13 . Entre algunas<br />

personas, sin embargo, no se puede establecer<br />

la perfecta igualdad, dada la superioridad<br />

de alguna de ellas, como ocurre entre<br />

el hijo y el padre, y entre el hombre y Dios,<br />

según afirma el Filósofo en VIII Ethic. 14 .<br />

Por lo que, en tales casos, el que es inferior<br />

debe hacer cuanto pueda. Pero esto no será<br />

suficiente, solamente lo será con la aceptación<br />

del superior. Y esto es lo que se le<br />

asigna por exceso a la penitencia.<br />

3. A. la tercera hay que decir De la misma<br />

manera que se da un cierto intercambio en<br />

los beneficios cuando, por ej., uno por un<br />

beneficio recibido concede una gracia, así<br />

también hay un intercambio en las ofensas<br />

cuando uno, por la ofensa cometida contra<br />

otro, es castigado contra su voluntad, lo<br />

cual pertenece a la justicia vindicativa, o da<br />

una recompensa voluntariamente, lo cual<br />

pertenece a la penitencia, que dice orden a<br />

la persona del pecador como la justicia<br />

vindicativa a la persona del juez. Por lo cual<br />

aparece claro que ambas son parte de la<br />

justicia conmutativa.<br />

4. A la cuarta hay que decir. La penitencia,<br />

aunque directamente sea una especie de<br />

justicia, abarca en cierto modo elementos<br />

que pertenecen a todas las virtudes. Porque<br />

12. Ib. c.l n.15 (BK 1129b26): S. TH., lect.2.<br />

14. Ib. c.14 n.4 (BK 1163bl5): S. TH., lectH.<br />

1.2 c.2. 17. C.l (BK 449b24): S. TH., lect.l.<br />

en cuanto que es una cierta justicia del<br />

hombre para con Dios, necesariamente participa<br />

de ciertos aspectos de las virtudes<br />

teologales, que tienen a Dios por objeto.<br />

Así pues, la penitencia incluye: la fe en la<br />

pasión de Cristo, por la cual somos justificados<br />

de nuestros pecados; la esperanza del<br />

perdón, y el odio de los vicios, lo cual<br />

pertenece a la caridad. En cuanto que es<br />

una virtud moral, participa algo de la prudencia,<br />

que es la regidora de todas las virtudes<br />

morales. Pero bajo el aspecto mismo<br />

de justicia, no sólo posee lo propio de la<br />

justicia, sino también lo de la templanza y<br />

la fortaleza: porque las cosas que causan<br />

deleite —moderado por la templanza—, o<br />

las cosas que provocan el terror —moderado<br />

por la fortaleza—, se convierten en<br />

materia de conmutación, o sea, de justicia.<br />

Y, según esto, a la justicia pertenece el<br />

abstenerse de los deleites (propio de la<br />

templanza) y el soportar los sufrimientos<br />

(propio de la fortaleza).<br />

ARTICULO 4<br />

¿Es la voluntad sujeto propio de la<br />

penitencia?<br />

Sent. 4 d.14 q.l a.3 q. a l<br />

Objeciones por las que parece que la<br />

voluntad no es el sujeto propio de la penitencia.<br />

1. La penitencia es una especie de tristeza.<br />

Pero la tristeza reside en el apetito<br />

concupiscible, lo mismo que el gozo. Luego<br />

el sujeto de la penitencia es el apetito concupiscible.<br />

2. Aún más: la penitencia es una especie<br />

de venganza, como dice San Agustín en su<br />

libro De Poenitentiaz. Pero la venganza parece<br />

pertenecer al apetito irascible, porque<br />

la ira es un apetito de venganza 16 . Luego<br />

parece que el sujeto de la penitencia es el<br />

apetito irascible.<br />

3. Y también: lo pasado es el objeto<br />

propio de la memoria, según dice el Filósofo<br />

en su libro De Memoria n . Ahora bien, ya<br />

se dijo (a.l ad 2.3) que la penitencia trata<br />

de cosas pasadas. Luego el sujeto de la<br />

penitencia es la memoria.<br />

4. Todavía más: ninguna cosa puede<br />

actuar donde no está. Pero la penitencia<br />

13. Ib. c.5 n.17 (BK 1134a4): S. TH., lect.10.<br />

15. Vide nota 9. 16. ARISTÓTELES, Rhetorica

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