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Tertia Pars - Suma Teológica

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530 Tratado de los Sacramentos C.62 a.6<br />

ARTICULO 6<br />

¿Causaban la gracia los sacramentos de<br />

la ley antigua?<br />

Infra q.72 a.5 ad 3; 1-2 q.103 a.2; Seat. 4 d.l q.l a.5<br />

q.'l; d.l8 q.l a.3 q. a l ad 1; Cont. Geni. 4 57; De Verít.<br />

q.27 a.3 ad 20; q.28 a.2 ad 12; De Eccles. Sacram., ad<br />

Galat. c.2 lect.4; Op. V De Art. Fidei<br />

Objeciones por las que parece que los<br />

sacramentos de la antigua ley causaban la<br />

gracia.<br />

1. Como hemos dicho ya (a.5 ad 2), los<br />

sacramentos de la nueva ley reciben su<br />

eficacia de la fe en la pasión de Cristo. Pero<br />

fe en la pasión de Cristo hubo tanto en la<br />

antigua como en la nueva ley, pues nosotros<br />

tenemos el mismo espíritu de fe, como se dice en<br />

2 Cor 2,13. Luego de la misma manera que<br />

los sacramentos de la nueva ley confieren la<br />

gracia, la confieren también los de la antigua.<br />

2. Aún más: la santificación sólo se produce<br />

por la gracia. Pero los hombres se<br />

santificaban por los sacramentos de la ley<br />

antigua, pues se dice en Lev 8,31: después que<br />

Moisés santificó a Aarón j a sus hijos en sus<br />

vestidos... Luego parece que los sacramentos<br />

de la antigua ley conferían la gracia.<br />

3. Y también: dice San Beda en la Homilía<br />

Circumtisionis 18 : La árcunásión en tiempo<br />

de la ley proporcionaba contra las heridas del pecado<br />

original el mismo auxilio de curación que el bautismo<br />

proporciona ahora en el tiempo de la gracia.<br />

Pero el bautismo ahora confiere la gracia.<br />

Luego la circuncisión confería la gracia. Y<br />

lo mismo se diga de los otros sacramentos<br />

legales, porque de la misma manera que el<br />

bautismo es la puerta de los sacramentos de<br />

la nueva ley, así la circuncisión era la puerta<br />

de los sacramentos de la antigua. Por eso el<br />

Apóstol dice en Gal 5,3: Yo declaro a quien se<br />

circuncida que está obligado a observar la ley.<br />

En cambio se dice en Gal 4,9: ¿Cómo<br />

retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor?, y<br />

explica la Glosa 19 : o sea, a la ley, de la que se<br />

dice que no tiene fuerza porque no justifica perfectamente.<br />

Luego los sacramentos de la antigua<br />

ley no conferían la gracia.<br />

Solución. Hay que decir No puede decirse<br />

que los sacramentos de la antigua ley<br />

conferían la gracia por sí mismos, o sea, por<br />

su propia virtud, ya que, de ser así, no<br />

hubiese sido necesaria la pasión de Cristo,<br />

según lo que se dice en Gal 2,21: Si la justicia<br />

viene de la ley, Cristo murió en vano.<br />

Pero es que ni siquiera se puede decir que<br />

recibiesen la virtud de conferir la gracia<br />

santificante de la pasión de Cristo. Como<br />

hemos visto (a.5), la virtud de la pasión de<br />

Cristo se nos comunica por la fe y los<br />

sacramentos. Sin embargo, de modo distinto<br />

en cada caso. Porque la unión por la fe<br />

se realiza por un acto del alma. Mientras<br />

que la unión por los sacramentos se realiza<br />

utilizando cosas materiales'. Es cierto que<br />

nada impide que una cosa posterior en el<br />

tiempo ejerza una moción antes de existir<br />

realmente, con tal que esté presente en el<br />

conocimiento: el fin, por ejemplo, aunque<br />

se consigue después, mueve ya al agente por<br />

su conocimiento y su deseo. Pero lo que<br />

todavía no existe en la realidad no puede<br />

mover utilizando cosas materiales. Y, por<br />

eso, cronológicamente la causa eficiente no<br />

puede ser, como la causa final, posterior al<br />

efecto. Es claro, por tanto, que de la pasión<br />

de Cristo, la cual es causa de la justificación<br />

humana, puede promanar la virtud justificativa<br />

a los sacramentos de la nueva ley, pero<br />

no a los sacramentos de la ley antigua.<br />

Sin embargo, también los antiguos padres<br />

eran justificados, como nosotros, por la fe<br />

en la pasión de Cristo, pues los sacramentos<br />

de la antigua ley eran profesiones de fe, en<br />

la medida en que esos sacramentos significaban<br />

la pasión de Cristo y sus efectos.<br />

Queda claro, por tanto, que los sacramentos<br />

de la antigua ley no contenían en sí mismos<br />

una virtud que confiriese la gracia justificante,<br />

sino que sólo significaban la fe por la<br />

que se justificaban.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: Los antiguos padres<br />

tenían fe en la pasión futura de Cristo, la<br />

cual podía justificarlos por la prefiguración<br />

que de ella tenían en su mente. Nosotros,<br />

en cambio, tenemos fe en la pasión de<br />

Cristo ya realizada, la cual puede justificar<br />

también a través de los sacramentos, como<br />

se ha dicho (en c.).<br />

18. Homiliae, 1.2 hom.10: ML 94,54. 19. Glossa LOMBARDI: ML 192,141; Glossa ordin., 4, 85 A.<br />

e. Tanto aquí como en el a.5 c. y sol.2, para justificar la eficacia de los sacramentos de la nueva<br />

ley, se busca fundamento en el acontecimiento de Cristo: novedad en la gracia (I-II q.106 a.l) y<br />

novedad en el culto (I-II q.l03 a.3).

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