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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.39 a.8 Sobre el bautizo de Cristo 353<br />

de Cristo con más razón en el nacimiento<br />

que en el momento de su bautismo.<br />

En cambio está lo que se lee en Mt 3,17:<br />

He aquí que una voz del cielo decía: Este es mi<br />

Hijo amado, en quien me he complacido.<br />

Solución. Hay que decir: Como antes se<br />

expuso (a.5), en el bautismo de Cristo, que<br />

fue el modelo del nuestro, debió manifestarse<br />

lo que acontece en nuestro bautismo.<br />

Y el bautismo con que son purificados los<br />

fieles está consagrado con la invocación y<br />

el poder de la Trinidad, según las palabras<br />

de Mt 28,19: Id, enseñad a todas las gentes,<br />

bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y<br />

del Espíritu Santo. Por tanto, como dice Jerónimo<br />

43 , en el bautismo de Cristo se pone de<br />

manifiesto el misterio de la Trinidad, pues: el propio<br />

Señor es bautizado en la naturaleza humana; el<br />

Espíritu Santo desciende en forma de paloma; se<br />

oye la voz del Padre dando testimonio en favor del<br />

Hijo. Y por eso fue conveniente que en<br />

aquel bautismo se manifestase el Padre mediante<br />

su voz.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: La misión visible añade<br />

algo a la aparición, a saber, la autoridad del<br />

que envía. Y por eso, del Hijo y del Espíritu<br />

Santo, que proceden de otro, no se dice<br />

sólo que aparecen, sino también que son<br />

visiblemente enviados. En cambio, el Padre,<br />

que no procede de nadie, puede aparecerse,<br />

pero no puede ser enviado visiblemente.<br />

2. A. la segunda hay que decir: El Padre no<br />

se manifiesta en la voz más que como autor<br />

de la misma, o como quien habla mediante<br />

la voz. Y por ser propio del Padre producir<br />

el Verbo, que equivale a decir o hablar, de<br />

ahí que se diga oportunísimamente que el<br />

Padre se manifestó por la voz, que manifiesta<br />

la palabra. De donde la misma voz<br />

emitida por el Padre da testimonio de la<br />

filiación del Verbo. Y como la forma de<br />

paloma, en la que se manifestó el Espíritu<br />

Santo, no es la naturaleza del Espíritu Santo;<br />

ni la forma de hombre, en que se mostró<br />

el Hijo, es la naturaleza del Hijo de Dios,<br />

así tampoco la voz pertenece a la naturaleza<br />

del Verbo o del Padre que habla. Por eso<br />

dice el Señor en Jn 5,37: Ni habéis oído nunca<br />

su voz¡ es decir, la del Padre, ni habéis visto su<br />

rostro. Por lo que, como escribe el Crisóstomo<br />

In loann. 44 , introduciéndolos en la verdad<br />

filosófica poco a poco, les demostró que en Dios no<br />

hay voz ni imagen, sino que es superior a tales<br />

formas y palabras. Y como toda la Trinidad<br />

formó la paloma y la naturaleza humana<br />

tomada por Cristo, así también formó la<br />

voz. Sin embargo, en la voz se declara sólo<br />

el Padre como el que habla, al modo en que<br />

solamente el Hijo asumió la naturaleza humana,<br />

y a la manera en que sólo el Espíritu<br />

Santo se manifestó en forma de paloma,<br />

como es claro por lo que escribe Agustín<br />

en el libro De fide ad Petrum 4S .<br />

3. A la tercera hay que decir. La divinidad<br />

de Cristo no debió manifestarse a todos en<br />

su nacimiento, antes bien debió ocultarse en<br />

las limitaciones de la edad infantil. Pero<br />

cuando llegó a la edad perfecta, en la que<br />

debía enseñar, hacer milagros y atraer a los<br />

hombres hacia sí, entonces debió ser dada<br />

a conocer su divinidad por el testimonio del<br />

Padre, a fin de que su doctrina se hiciese<br />

más creíble. Por lo que él mismo dice en Jn<br />

5,37: El Padre que me envió, él mismo da testimonio<br />

de mí. Y esto aconteció, sobre todo,<br />

en el bautismo, por el que los hombres<br />

renacen convertidos en hijos adoptivos de<br />

Dios; y los hijos adoptivos de Dios son<br />

formados a imagen y semejanza del Hijo<br />

natural, según las palabras de Rom 8,29: A.<br />

los que de antes conoció, también los predestinó a<br />

ser conformes con la imagen de su Hijo. Por lo<br />

que escribe Hilario, Super Mt. 46 , que el Espíritu<br />

Santo descendió sobre Cristo bautizado,<br />

y la voz del Padre se dejó oír, diciendo:<br />

Este es mi Hijo amado, para que, mediante lo que<br />

se realizaba en Cristo, conociésemos, después del<br />

bautismo, que el Espíritu Santo vuela hacia nosotros<br />

desde las moradas celestes y que, mediante la<br />

asunción de la voz por parte del Padre, nos<br />

convertimos en hijos de Dios.<br />

43. In Matth. 1.2 super 3,16: ML 26,31. 44. Homil. 40: MG 59,232. 45. FULGENCIO, c.9:<br />

ML 40,770. 46. In Matth. c.2: ML 9,927.

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