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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.82 a.7 El ministro de este sacramento 739<br />

retienen el ministerio de Cristo. Y, en este<br />

sentido, no solamente es fructuosa la oración<br />

del sacerdote pecador en la misa, sino<br />

también todas las otras oraciones que hace<br />

en los oficios eclesiásticos, en los cuales<br />

actúa como representante de la Iglesia. Pero<br />

sus oraciones privadas no son fructuosas,<br />

según aquellas palabras de Prov 28,9: Quien<br />

aparta el oído para no oír la ley, hace que su<br />

oración sea execrable.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: San Gregorio en este<br />

texto se refiere a la santidad del divino<br />

sacramento.<br />

2. A la segunda hay que decir: En el sacramento<br />

del bautismo no se hacen oraciones<br />

solemnes por los fieles, como en la misa. Y,<br />

por eso, en este sentido, la comparación no<br />

vale. Sí que vale, sin embargo, en cuanto al<br />

efecto del sacramento.<br />

3. A la tercera hay que decir: La virtud del<br />

Espíritu Santo, que, por la unión de la<br />

caridad, comunica entre sí los bienes de los<br />

miembros de Cristo, hace que el bien privado,<br />

presente en la misa de un buen sacerdote,<br />

sea fructuoso también para los demás.<br />

Sin embargo, el mal privado de un hombre<br />

no puede dañar a otro sin el consentimiento<br />

de éste, como dice San Agustín en su libro<br />

Contra Parmenianum 24 .<br />

ARTICULO 7<br />

¿Pueden consagrar los herejes, los<br />

cismáticos y los excomulgados? f<br />

Supra q.64 a.9 ad 2; Sent. 4 d.13 q.l a.l q."3; expos.<br />

litt.; d. 19 q.l a.2 q."3 ad \;Quodl. 12 q.l 1 a.l<br />

Objeciones por las que parece que los<br />

herejes, los cismáticos y los excomulgados<br />

no pueden consagrar.<br />

1. Dice San Agustín 25 que fuera de la<br />

Iglesia católica no hay lugar para el verdadero<br />

sacrificio. Y el papa San León 26 , en una frase<br />

repetida en Decretis I q.l 27 , afirma: En otro<br />

sitio (o sea, fuera de la Iglesia, que es el cuerpo de<br />

Cristo) no es válido el sacerdocio ni son verdaderos<br />

los sacrificios. Ahora bien, los herejes, los<br />

cismáticos y los excomulgados están separados<br />

de la Iglesia. Luego no pueden hacer<br />

un sacrificio verdadero.<br />

2. Aún más: se lee en la misma obra 28<br />

que el papa Inocencio 29 dice: En lo que se<br />

refiere a los arríanos y a otras pestes parecidas,<br />

aunque acojamos a los laicos que dan señales de<br />

arrepentimiento, no parece que debamos acoger a<br />

sus clérigos, ya tengan la dignidad del sacerdocio o<br />

cualquier otra, porque de ellos solamente reconocemos<br />

el bautismo. Pero nadie puede consagrar<br />

la eucaristía sin la dignidad sacerdotal. Luego<br />

los herejes y demás sectas semejantes no<br />

pueden consagrar la eucaristía.<br />

3. Y también: quien está fuera de la<br />

Iglesia no parece que pueda hacer nada en<br />

nombre de toda ella. Pero el sacerdote que<br />

consagra la eucaristía actúa en nombre de<br />

toda la Iglesia, como consta por el hecho<br />

de que presenta todas las oraciones en<br />

nombre de toda la Iglesia. Luego parece que<br />

los que están fuera de la Iglesia, o sea, los<br />

herejes, los cismáticos y los excomulgados,<br />

no pueden consagrar la eucaristía.<br />

En cambio dice San Agustín en II Contra<br />

Parmen. 30 : De la misma manera que permanece<br />

en ellos —o sea, los herejes, cismáticos<br />

y excomulgados— el bautismo, así también<br />

permanece íntegra la ordenación. Pero en virtud<br />

de la ordenación el sacerdote puede consagrar<br />

la eucaristía. Luego los herejes, los<br />

cismáticos y excomulgados, puesto que en<br />

ellos permanece íntegra la ordenación, parece<br />

que pueden consagrar la eucaristía.<br />

Solución. Hay que decir: Algunos 31 han<br />

afirmado que los herejes, los cismáticos y<br />

los excomulgados, puesto que están fuera<br />

de la Iglesia, no pueden hacer este sacramento.<br />

Pero se equivocan. Porque, como observa<br />

San Agustín en II Contra Parmen. 32 , es<br />

distinto no tener una cosa y tenerla abusivamente,<br />

como también es distinto no dar y no dar rectamente.<br />

Pues bien, los que, perteneciendo a la<br />

24. L.2 c.17.21: ML 43,78.80. 25. Cf. PRÓSPERO DE AQUITANIA, Sent. sentí5: ML 51,430.<br />

26. Epíst.80 Ad Anato/ium c.2: ML 54,914. 27. GRACIANO, l.c., can.68 In ecclesia Dei. 28. Ib.,<br />

can.73 Árlanos. 29. Epíst.24 Ad Alexandrum c.3: ML 176,146. 30. C.13 n.28: ML 43,70.<br />

31. PELAGIO I, fragm. ep. Ad Victorem et Pancratium; HUGO DE SAN VÍCTOR, Summa Sent. tr.6 c.9: ML<br />

176,146; PEDRO PICTAV., Sent. 4 c.13: ML 211,1256; P. LOMBARDO, Sent. 1.4 d.13 c.l. 32. C.13<br />

n.28: ML 43,72.<br />

f. Los a.7-9 explican la doctrina de San Agustín (sed c. de los a.7 y 8) refutando a los donatistas,<br />

que consideran inválidos los sacramentos administrados por sacerdotes cismáticos, excomulgados o<br />

degradados.

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