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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.72 a.8 El sacramento de la confirmación 629<br />

que no debe conferirse a los que no tienen<br />

la gracia. Por consiguiente, de la misma<br />

manera que no se da a los no bautizados,<br />

tampoco debe darse a los adultos pecadores<br />

mientras no reparen sus pecados con la<br />

penitencia. Por lo que se dice en el Cóndilo<br />

de Orleans 18 : Adviértase a los que van a recibir<br />

la confirmación que vengan en ayunas y que deben<br />

confesarse antes, para que puedan recibir con limpieza<br />

el don del Espíritu Santo. Y, en este caso,<br />

este sacramento perfecciona el efecto de la<br />

penitencia y del bautismo, ya que por la<br />

gracia otorgada en este sacramento conseguirá<br />

el penitente una mayor remisión de<br />

sus pecados. Y si se acerca un adulto a la<br />

confirmación en estado de pecado, del que<br />

no tiene conciencia, o sin estar perfectamente<br />

arrepentido (q.62 a.2), la gracia otorgada<br />

en este sacramento le perfeccionará la<br />

remisión de los pecados.<br />

3. A. la tercera hay que decir: La gracia<br />

sacramental, como hemos dicho (Ib.), añade<br />

a la gracia santificante, genéricamente<br />

concebida, la posibilidad de conseguir el<br />

efecto especial, para el que el sacramento<br />

está destinado. Luego, si la gracia otorgada<br />

en este sacramento es considerada en lo que<br />

tiene de común, no se diferencia de la gracia<br />

del bautismo, sino que es la misma, aunque<br />

aumentada. Pero si se la considera en lo que<br />

se refiere al efecto especial sobreañadido,<br />

no es de la misma especie que la gracia<br />

común.<br />

ARTICULO 8<br />

¿Debe darse a todos este sacramento?<br />

Sent. 4 d.7 q.3 a.2 q."2.3<br />

Objeciones por las que parece que este<br />

sacramento no debe darse a todos.<br />

1. Este sacramento, como se ha dicho<br />

(a.2 ad 2), confiere una cierta excelencia.<br />

Pero la excelencia no es competencia de<br />

todos. Luego este sacramento no se debe<br />

dar a todos.<br />

2. Aún más: por este sacramento uno<br />

es promocionado espiritualmente hasta la<br />

madurez. Pero la madurez está reñida con<br />

la edad infantil. Luego por lo menos a los<br />

niños no se les debe dar.<br />

3. Dice el papa Melquíades 19 que después<br />

del bautismo somos confirmados para la lucha.<br />

Pero la lucha no es competencia de las<br />

mujeres por la fragilidad de su sexo. Luego<br />

tampoco a las mujeres debe darse este sacramento.<br />

4. Todavía más: dice el papa Melquíades<br />

20 : Aunque los beneficios de la regeneración son<br />

suficientes a quienes están al borde de la muerte,<br />

los que tienen que luchar necesitan todavía los<br />

beneficios de la confirmación. La confirmación arma<br />

y equipa a los que están destinados a la lucha y a<br />

los combates de este mundo. Pero quien llegue a la<br />

muerte con la inocencia inmaculada conseguida en<br />

el bautismo, queda confirmado en la muerte, y a que<br />

nunca podrá pecar después de ella. Luego a los<br />

que están para morir no debe administrárseles<br />

este sacramento. Luego no se debe dar<br />

a todos.<br />

En cambio se dice en Act 2,2 que al<br />

venir el Espíritu Santo invadió toda la casa,<br />

casa que estaba significando la Iglesia, y<br />

posteriormente se añade (v.4) que todos quedaron<br />

llenos del Espíritu Santo. Pero este sacramento<br />

se nos da para conseguir esta plenitud.<br />

Luego se les debe dar a todos los que<br />

pertenecen a la Iglesia.<br />

Solución. Hay que decir: Ya se ha dicho<br />

(a.l) que este sacramento promueve al<br />

nombre espiritualmente hasta la edad madura.<br />

Ahora bien, la naturaleza tiende a que<br />

todo el que nace corporalmente, llegue a la<br />

madurez, aunque esta finalidad sea impedida,<br />

a veces, por la corruptibilidad del cuerpo<br />

con una muerte prematura. Pero la intención<br />

de Dios de conducir todo a la<br />

perfección es mucho mayor, pues la naturaleza<br />

no hace más que imitar la intención<br />

de Dios, por lo que en Dt 32,4 se dice: Las<br />

obras de Dios son perfectas. Ahora bien, el alma,<br />

a la que se refiere este nacimiento y plenitud<br />

espiritual, es inmortal. Por eso, de la misma<br />

manera que puede obtener el nacimiento<br />

espiritual en la senectud, así también puede<br />

obtener en la juventud y en la niñez la<br />

madurez, pues la edad corporal no condiciona<br />

al alma. Por lo que este sacramento<br />

debe darse a todos.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir. Este sacramento otorga<br />

una cierta excelencia, pero no de un hombre<br />

con respecto a otro, como ocurre en el<br />

sacramento del orden, sino del hombre con<br />

respecto a sí mismo. Así es la excelencia<br />

que un hombre maduro tiene con respecto<br />

a sí mismo cuando era niño.<br />

2. A la segunda hay que decir: La edad<br />

corporal, como se ha dicho (c.), no condi-<br />

18. Cn.3; cf. GRACIANO, o.c. cn.6 Utjejuni. 19. Cf. nota 17. 20. Ib.

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