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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.33 a.2 Sobre el modo y orden de la concepción de Cristo 301<br />

Lo primero no pudo realizarse en un<br />

instante, porque va contra la misma noción<br />

de movimiento local de cualquier cuerpo,<br />

cuyas partes entran sucesivamente en un<br />

lugar. Igualmente tiene que ser sucesivo lo<br />

tercero, sea porque el crecimiento no se<br />

produce sin movimiento local, sea porque<br />

procede de la virtud del alma, que obra en<br />

el cuerpo ya formado, y que no actúa sino<br />

en el tiempo.<br />

Sin embargo, la formación del cuerpo, en<br />

la que consiste principalmente el hecho de<br />

la concepción, se realizó en un instante, por<br />

dos razones: Primero, por el poder infinito<br />

del agente, esto es, del Espíritu Santo, que<br />

formó el cuerpo de Cristo, como antes se<br />

ha dicho (q.32 a.l). Con tanta mayor rapidez<br />

puede un agente disponer la materia<br />

cuanto mayor sea su poder. Por lo que un<br />

agente de poder infinito puede disponer en<br />

un instante la materia para la forma oportuna.<br />

Segundo, por parte de la persona del<br />

Hijo, cuyo cuerpo se formaba. No era conveniente<br />

que Aquél asumiese más que un<br />

cuerpo formado. Y en caso de haber precedido<br />

algún instante de la concepción antes<br />

de la formación perfecta, no se podría atribuir<br />

al Hijo de Dios toda la concepción,<br />

que no se le atribuye si no es por razón de<br />

la asunción. Y por eso, en el primer instante<br />

en que la materia reunida llegó al lugar de<br />

la generación, quedó perfectamente formado<br />

y asumido el cuerpo de Cristo. Por esto<br />

se dice que el Hijo de Dios fue concebido,<br />

lo que de otro modo no podría decirse".<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: Las palabras de Agustín<br />

en uno y otro pasaje no se refieren exclusivamente<br />

a la formación del cuerpo de Cristo,<br />

sino a la formación junto con el crecimiento<br />

conveniente hasta el momento del<br />

parto. De donde, conforme al cálculo de<br />

aquel número, dice que se consuma el tiempo<br />

de los nueve meses que Cristo estuvo en<br />

el seno de la Virgen.<br />

2. A. la segunda hay que decir: El movimiento<br />

local mencionado no queda incluido<br />

5. Epist. 35 c.3: ML 54,809.<br />

en la misma concepción, sino que es previo<br />

a la misma.<br />

3. A la tercera hay que decir. No es posible<br />

señalar el último instante en que aquella<br />

materia fue sangre, pero sí el último tiempo,<br />

que se prolonga, sin intermedio de ninguna<br />

clase, hasta el primer instante en que fue<br />

carne de Cristo formada. Y este instante fue<br />

el final del tiempo del movimiento local de<br />

la materia hasta el lugar de la generación.<br />

4. A la cuarta hay que decir: El crecimiento<br />

se produce en virtud de la potencia<br />

aumentativa del mismo ser que crece; pero<br />

la formación del cuerpo se realiza por la<br />

potencia generativa no del que es engendrado,<br />

sino del padre que engendra mediante<br />

el semen, en el que obra la fuerza formativa<br />

derivada de la vida del padre. Ahora bien,<br />

el cuerpo de Cristo no fue formado del<br />

semen del varón, sino por obra del Espíritu<br />

Santo, como antes se ha dicho (q.31 a.5 ad<br />

3). Y, por eso, la formación debió ser tal<br />

como convenía al Espíritu Santo. Sin embargo,<br />

el aumento del cuerpo de Cristo se<br />

realizó conforme a la potencia aumentativa<br />

del alma de Cristo, la cual por ser específicamente<br />

igual que la nuestra, debió hacer<br />

que el cuerpo creciese del mismo modo que<br />

crecen los cuerpos de los otros hombres, a<br />

fin de que, por esto, quedase demostrada la<br />

verdad de su naturaleza humana.<br />

ARTICULO 2<br />

¿fue animado el cuerpo de Cristo en el<br />

primer instante de su concepción?<br />

In Sent. 3 d.3 q.5 a.2; Cont. Gentes 4,44; Compend. theol.<br />

c.218;/«/o. 1 lect.9<br />

Objeciones por las que parece que el<br />

cuerpo de Cristo no fue animado en el<br />

primer instante de su concepción.<br />

1. Porque dice el papa León en su Epístola<br />

ad lulianum 5 : La carne de Cristo no era, de<br />

distinta naturaleza de la nuestra, ni le fue infundida<br />

el alma en otro momento que a los demás<br />

hombres. Ahora bien, a los otros hombres no<br />

se les infunde el alma en el primer instante<br />

a. El Verbo asume un cuerpo humano mediante el alma (q.41; q.6 a.l y 2). Por otra parte, la fe<br />

católica confiesa que Cristo es el Hijo desde el primer instante de su concepción. Dado que, según<br />

las teorías medievales, la formación del cuerpo y la animación vienen después de la concepción, en<br />

el caso de Cristo hay que recurrir «a la virtud infinita del agente» (a.l c; a.2 ad 3). La concepción de<br />

Cristo es «sobrenatural y milagrosa» (a.4).

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