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Tertia Pars - Suma Teológica

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438 Tratado del Verbo encarnado C.50 a.3<br />

Dios y la del cuerpo de Cristo después de<br />

la muerte, como escribe el Damasceno en<br />

el libro III 5 .<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: Tal abandono no debe<br />

relacionarse con la ruptura de la unión personal,<br />

sino con el hecho de que el Padre le<br />

expuso a la pasión. Por eso, abandonar no<br />

significa allí otra cosa que no proteger de<br />

los perseguidores.<br />

O dice que está abandonado respecto de<br />

aquella oración formulada por él: Padre, si es<br />

posible, pase de mí este cáliz (Mt 26,39), como<br />

lo expone Agustín, en el libro De Gratia<br />

Novi Testamentiz.<br />

2. A la segunda hay que decir: Se afirma<br />

que el Verbo de Dios se unió al cuerpo<br />

mediante el alma en cuanto que, por mecíio<br />

del alma, aquél pertenece a la naturaleza<br />

humana, que el Hijo de Dios intentaba<br />

tomar; pero no en el sentido de que el alma<br />

sea como el medio que liga los extremos<br />

unidos. El cuerpo recibe del alma el pertenecer<br />

a la naturaleza humana, incluso después<br />

que el alma se separa de él, es a saber:<br />

en cuanto que en el cuerpo muerto persiste,<br />

por una disposición divina, cierta ordenación<br />

a la resurrección. Y, por tal motivo, no<br />

se suprime la unión de la divinidad con el<br />

cuerpo.<br />

3. A la tercera hay que decir. El alma tiene<br />

la virtud de vivificar como principio formal.<br />

Y por eso, estando ella presente y unida en<br />

cuanto forma, es necesario que el cuerpo<br />

esté vivo. Pero la divinidad no tiene la<br />

virtud de vivificar en cuanto principio formal,<br />

sino como causa eficiente, porque no<br />

puede ser forma del cuerpo. Y, por tal<br />

motivo, no es necesario que, permaneciendo<br />

la unión de la divinidad con el cuerpo,<br />

éste esté vivo, porque Dios no obra por<br />

necesidad, sino por voluntad.<br />

ARTICULO 3<br />

¿En la muerte de Cristo se produjo la<br />

separación entre la divinidad y el alma?<br />

In Sent. 3 d.21 q.l a.l q."2; a.2 q."3 ad 3; Quodl. 2<br />

q.l a.l<br />

Objeciones por las que parece que, en<br />

la muerte de Cristo, hubo separación entre<br />

la divinidad y el alma.<br />

1. El Señor dice, en Jn 10,18: Nadie me<br />

quita el alma, sino que yo la doy, y de nuevo la<br />

tomo. Ahora bien, no parece que el cuerpo<br />

pueda entregar el alma, separándola de sí<br />

mismo, porque el alma no está sujeta al<br />

poder del cuerpo, sino más bien al contrario.<br />

Y así da la impresión de que es a Cristo,<br />

en cuanto Verbo de Dios, a quien compete<br />

entregar su propia alma. Luego el alma se<br />

separó de la divinidad por la muerte.<br />

2. Aún más: dice Atanasio 7 : Maldito<br />

quien no confiesa que todo el hombre que asumió<br />

el Hijo de Dios, tomado o liberado de nuevo,<br />

resucitó al tercer día de entre los muertos. Pero<br />

todo el hombre no pudo ser tomado de<br />

nuevo a no ser que el hombre entero haya<br />

estado separado alguna vez del Verbo, pues<br />

el hombre completo se compone de cuerpo<br />

y alma. Luego alguna vez se produjo la<br />

separación de la divinidad tanto respecto<br />

del cuerpo como respecto del alma.<br />

3. Y también: el Hijo de Dios se llama<br />

hombre por causa de su unión con el hombre<br />

completo. Por consiguiente, si rota la<br />

unión entre el alma y el cuerpo por causa<br />

de la muerte, el Verbo de Dios continuó<br />

unido al alma, se seguiría que podría decirse<br />

con verdad que el Hijo de Dios era el alma.<br />

Pero esto es falso, porque, al ser el alma la<br />

forma del cuerpo, se seguiría que el Verbo<br />

de Dios sería la forma del cuerpo, lo cual<br />

es imposible. Luego en la muerte de Cristo<br />

el alma estuvo separada del Verbo de Dios.<br />

4. Por último: el alma y el cuerpo, cuando<br />

están separados uno del otro, no son<br />

una hipóstasis sino dos. En consecuencia,<br />

si el Verbo de Dios permaneció unido tanto<br />

al alma como al cuerpo de Cristo cuando<br />

estaban separados uno del otro por la muerte<br />

del propio Cristo, parece seguirse que el<br />

Verbo de Dios, durante la muerte de Cristo,<br />

tuvo dos hipóstasis. Y esto es inadmisible.<br />

Luego, después de la muerte de Cristo, su<br />

alma no permaneció unida al Verbo.<br />

En cambio está lo que escribe el Damasceno,<br />

en el libro III 8 : Aunque Cristo<br />

murió en cuanto hombre, y su alma santísima se<br />

separó de su cuerpo inmaculado, la divinidad se<br />

mantuvo inseparable de una y otro, es decir, del<br />

alma y del cuerpo.<br />

Solución. Hay que decir: El alma se unió<br />

al Verbo de Dios de manera más inmediata<br />

y primero que el cuerpo, puesto que el<br />

cuerpo se unió al Verbo de Dios mediante<br />

5. De Fide Orth. c.27: MG 94,1097. 6. Ep.140 Ad Honorat. c.6: ML 33,544.<br />

TAPSENSE, De Trin. 1.6: ML 62,280. 8. De Fide Orth. c.27: MG 94,1097.<br />

7. VlGILIO

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