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Tertia Pars - Suma Teológica

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CUESTIÓN 24<br />

Sobre la predestinación de Cristo<br />

Corresponde a continuación tratar de la predestinación de Cristo.<br />

Y sobre la misma se formulan cuatro preguntas:<br />

1. ¿Fue predestinado?—2. ¿Fue predestinado en cuanto hombre?—3. ¿Su<br />

predestinación es el modelo de la nuestra?—4. ¿Es la causa de nuestra predestinación?<br />

ARTICULO 1<br />

¿Corresponde a Cristo ser predestinado?<br />

In Sent. 1 d.40 q.2; 3 d.10 q.3 a.l q. a l; d.ll a.4 ad 4;<br />

In Rom. 1 lect.3<br />

Objeciones por las que parece que no<br />

compete a Cristo ser predestinado.<br />

1. El término de cualquier predestinación<br />

parece ser la filiación adoptiva, conforme<br />

a las palabras de Ef 1,5: Nos predestinó a<br />

la adopción de hijos suyos. Pero, como acabamos<br />

de decir (q.23 a.4), a Cristo no le<br />

conviene el ser hijo adoptivo. Luego a Cristo<br />

no le corresponde ser predestinado.<br />

2. Aún más: en Cristo pueden considerarse<br />

dos cosas, a saber: la naturaleza humana<br />

y la persona. Ahora bien, no puede<br />

decirse que Cristo es predestinado por razón<br />

de su naturaleza humana, pues la proposición<br />

La naturaleza humana es el Hijo de<br />

Dios es falsa. Del mismo modo, tampoco<br />

está predestinado por razón de la persona,<br />

porque tal persona no tiene el ser hijo de<br />

Dios en virtud de la gracia, sino por la<br />

propia naturaleza. Y la predestinación es<br />

propia de los que dependen de la gracia,<br />

como hemos expuesto en la Primera Parte<br />

(q.23 a.2 ad 4; a.5). Luego Cristo no fue<br />

predestinado a ser Hijo de Dios.<br />

3. Y también: así como lo que ha sido<br />

hecho no siempre existió, igualmente sucede<br />

con lo que ha sido predestinado, porque<br />

la predestinación lleva consigo una cierta<br />

anterioridad. Ahora bien, Cristo, por haber<br />

sido desde siempre Dios e Hijo de Dios,<br />

impide que se diga: aquel hombre ha sido<br />

hecho Hijo de Dios. Luego, por una razón<br />

semejante, no debe decirse que Cristo es<br />

predestinado a ser Hijo de Dios.<br />

En cambio está lo que dice el Apóstol<br />

en Rom 1,4 hablando de Cristo: El cual fue<br />

predestinado Hijo de Dios en poder".<br />

Solución. Hay que decir: Como es claro<br />

por lo expuesto en la Primera Parte (q.23<br />

a.2), la predestinación, tomada en su sentido<br />

propio, es una preordenación divina<br />

eterna respecto de aquellas cosas que, por<br />

la gracia de Dios, han de producirse en el<br />

tiempo. Pero por la gracia de unión hizo<br />

Dios que, en el tiempo, el hombre fuese<br />

Dios y Dios fuese hombre. Y no es posible<br />

decir que Dios no haya preordenado desde<br />

la eternidad que eso había de realizarse en<br />

el tiempo porque se seguiría la aparición de<br />

un acontecimiento nuevo para la mente<br />

divina. Se impone, pues, afirmar que la<br />

misma unión de las naturalezas en la persona<br />

de Cristo cae bajo la predestinación<br />

eterna de Dios. Y, por este motivo, se dice<br />

que Cristo ha sido predestinado h .<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir En el texto mencionado<br />

habla el Apóstol de nuestra predestinación<br />

a ser hijos adoptivos. Pero así como Cristo<br />

es Hijo de Dios por naturaleza de un modo<br />

singular en comparación con los demás, así<br />

también es predestinado de un modo único.<br />

a. En Rom 1,4, «predestinado» quiere decir «constituido», «declarado», «manifestado», que no<br />

excluye sino que supone la predestinación.<br />

b. «Predestinación» es la determinación divina desde la eternidad de lo que, por gracia, debe<br />

hacerse realidad en el tiempo (I q.23 a.l y 2). La unión hipostática realizada en Cristo ha sido<br />

determinada por Dios de modo singular (sol.l).

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