08.06.2013 Views

Tertia Pars - Suma Teológica

Tertia Pars - Suma Teológica

Tertia Pars - Suma Teológica

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

C.46 a.7 Sobre la pasión de Cristo 407<br />

pasión completa. Tal pasión no existió en<br />

Cristo, como dice Jerónimo 36 , sino sólo<br />

una propasión. Por lo cual también dice Dionisio,<br />

en la Epístola A.d loannem Evangelistam<br />

3? , que padecía los sufrimientos que se ¿e<br />

inferían solamente en cuanto a enjuiciarlos. Luego<br />

parece que Cristo no padeció en toda su<br />

alma.<br />

4. Por último: el sufrimiento produce<br />

dolor. Pero éste no existe en el entendimiento<br />

especulativo, porque al deleite que<br />

procede de la contemplación no hay tristeza que se<br />

le oponga, como dice el Filósofo en I Topic. 38 .<br />

Luego parece que Cristo no padeció en toda<br />

su alma.<br />

En cambio está que en Sal 87,4 se dice<br />

por la persona de Cristo: Mi alma está colmada<br />

de males. La Glosa comenta 39 : No de vicios,<br />

sino de dolores, que mi alma comparte con el cuerpo,<br />

o por mi compasión para con los males del pueblo<br />

que perece. Ahora bien, su alma no hubiera<br />

estado repleta de males de no haber padecido<br />

en su totalidad. Luego Cristo padeció<br />

en su alma entera.<br />

Solución. Hay que decir: El todo se denomina<br />

por relación a las partes. Y las partes<br />

del alma se llaman potencias de la misma.<br />

Así pues, se dice que padece toda el alma<br />

cuando padece en toda su esencia o cuando<br />

padece en todas sus potencias.<br />

Pero hay que tener en cuenta que una<br />

potencia del alma puede padecer de dos<br />

modos: uno, por su propia pasión, que se<br />

origina en su propio objeto, como cuando<br />

la vista padece por exceso de luz; otro, por<br />

la pasión del sujeto en que se asienta, como<br />

padece la vista cuando sufre el sentido del<br />

tacto en el ojo, sobre el que se funda la<br />

vista, por ejemplo cuando es picado el ojo<br />

o se destempla por el calor.<br />

En consecuencia, hay que decir que, si la<br />

totalidad del alma la entendemos por razón<br />

de su esencia, resulta evidente que padeció<br />

el alma entera de Cristo, porque toda la<br />

esencia de su alma está unida al cuerpo, de<br />

manera que toda estaba en el todo,y toda en cada<br />

una de sus partes. Y por eso, cuando padecía<br />

el cuerpo y estaba dispuesto a separarse del<br />

alma, ésta padecía en su totalidad.<br />

En cambio, si por toda el alma entendemos<br />

todas sus potencias, así, hablando de<br />

los sufrimientos propios de las potencias,<br />

(el alma de Cristo) padecía en todas sus<br />

potencias inferiores, porque en cada una de<br />

éstas, que se ocupan de las cosas temporales,<br />

se encontraba algo que era causa del<br />

dolor de Cristo, como es claro por lo dicho<br />

anteriormente (a.5). Pero, en este aspecto,<br />

no padecía en Cristo la razón superior por<br />

parte de su objeto, que es Dios, que no<br />

puede ser para el alma de Cristo causa de<br />

dolor, sino de delectación y de gozo. Pero<br />

según el otro modo de padecimiento, por<br />

el cual se dice que una potencia padece por<br />

parte de su propio sujeto, así padecían todas<br />

las potencias del alma de Cristo, pues todas<br />

esas potencias se asientan en la esencia de<br />

la misma alma de Cristo, a la que llega el<br />

sufrimiento cuando el cuerpo padece, porque<br />

aquélla es el acto de éste ¿ .<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: Aunque el entendimiento,<br />

considerado como una potencia, no sea<br />

el acto del cuerpo, sin embargo, la esencia<br />

del alma sí que lo es, y en ella se asienta la<br />

potencia intelectiva, como ya se ha expuesto<br />

en la Primera Parte (q.77 a.6 y a.8).<br />

2. A la segunda hay que decir: Esa objeción<br />

se toma de la pasión considerada por parte<br />

del propio objeto; en ese sentido, la razón<br />

superior de Cristo no padeció.<br />

3. A la tercera hay que decir. El dolor se<br />

llama padecimiento perfecto, por el que el<br />

alma se altera, cuando el padecimiento de<br />

la parte sensitiva llega hasta desviar la razón<br />

de la rectitud de su acto, de modo que la<br />

razón sea arrastrada por la pasión y no<br />

tenga libre albedrío sobre ella. La pasión de<br />

la parte sensitiva, bajo este aspecto, no llegó<br />

en Cristo hasta la razón, aunque sí llegó por<br />

parte del sujeto, como se acaba de decir (en<br />

la sol.).<br />

4. A. la cuarta hay que decir. El entendimiento<br />

especulativo no puede experimentar<br />

el dolor o la tristeza por parte de su objeto,<br />

que es la verdad absolutamente considerada,<br />

lo que constituye su propia perfección.<br />

Sin embargo, puede afectarle el dolor, o la<br />

36. InMattb. 26,37,1.4: ML 26,205. 37. Epist. 10: MG 3,1117. 38. C.13 n.5 (Btí 106a38).<br />

39. Glossa inferí. (III,216r); Glossa LOMBARDI: ML 191,811. AGUSTÍN, Enarr. in Psalm. ps.87,4: ML<br />

37,1110.<br />

g. La muerte de Cristo fue dolorosa, pero murió porque quiso en un clima de amor, confianza y<br />

gozo profundos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!