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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.63 a.6 El segundo efecto de los sacramentos 537<br />

sacramental no permanece siempre en el<br />

alma. Y, por tanto, no es indeleble.<br />

En cambio dice San Agustín en II Contra<br />

Parmenianum 12 : Los sacramentos cristianos no<br />

imprimen su carácter con menos fuerza que el<br />

carácter corporal de la milicia. Pero el carácter<br />

militar no se reimprime, sino que se reconoce<br />

el que tenía aquel que mereció el perdón del<br />

emperador, después de su culpa. Luego<br />

tampoco el carácter sacramental puede ser<br />

borrado.<br />

Solución. Hay que decir: Como se acaba<br />

de decir (a.3), el carácter sacramental es una<br />

participación del sacerdocio de Cristo en<br />

sus fieles, de tal manera que como Cristo<br />

tiene la plena potestad del sacerdocio espiritual,<br />

así sus fieles se configuran en él en<br />

la participación de una potestad espiritual<br />

referida a los sacramentos y al culto divino.<br />

Por eso, Cristo no tiene carácter sacerdotal,<br />

sino que la potestad de su sacerdocio se<br />

compara con el carácter como lo que es<br />

pleno y perfecto con una participación.<br />

Ahora bien, el sacerdocio de Cristo es eterno,<br />

según las palabras del Sal 109,4: Tú eres<br />

sacerdote eterno según el orden de Melquisedec. Y<br />

de aquí viene que toda consagración, realizada<br />

en virtud del sacerdocio de Cristo,<br />

mientras dura la cosa consagrada, es permanente.<br />

Y esto acontece incluso en las cosas<br />

inanimadas: la consagración, por ej., de una<br />

iglesia o de un altar dura mientras no sean<br />

destruidos. Y como el sujeto del carácter es<br />

la parte intelectiva del alma, que es donde<br />

reside la fe, como se ha dicho (a.4 ad 3), es<br />

claro que siendo el entendimiento perpetuo<br />

e incorruptible, también el carácter reside<br />

en el alma de manera indeleblez.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: La gracia y el carácter<br />

no se encuentran en el alma de la misma<br />

manera. Porque la gracia reside en ella<br />

como una forma autónoma, mientras que el<br />

carácter reside en el alma, ya lo hemos<br />

dicho (a.2), como una virtud instrumental.<br />

Ahora bien, una forma autónoma reside en<br />

un sujeto acomodándose a la condición del<br />

sujeto, y puesto que el alma es mudable en<br />

esta vida en virtud de su libre albedrío, es<br />

lógico que la gracia resida en ella de forma<br />

mudable. La virtud instrumental, sin embar-<br />

12. C.13: ML 43,72. 13. Ib., 1.2 c.13: ML 43,72.<br />

go, se acomoda más bien a la condición del<br />

agente principal. Y, por eso, el carácter<br />

reside en el alma de una manera indeleble,<br />

no por su propia perfección, sino por la<br />

perfección del sacerdocio de Cristo, del que<br />

se deriva el carácter como una virtud instrumental.<br />

2. A la segunda hay que decir: Dice San<br />

Agustín 13 que ni los mismos apóstatas pierden<br />

el bautismo, ya que cuando se arrepienten no se les<br />

bautiza de nuevo, con lo cual se indica que el<br />

bautismo no se puede perder. Y la razón está en<br />

que el carácter es una virtud instrumental,<br />

como se ha dicho (a.l). Ahora bien, la<br />

esencia del instrumento consiste en ser movido<br />

por otro, y no en que se mueva a sí<br />

mismo, como sucede con la voluntad. Por<br />

eso, aunque la voluntad quiera lo contrario,<br />

el carácter no desaparece por la inmovilidad<br />

del agente principal.<br />

3. A la tercera hay que decir: Aunque después<br />

de esta vida no subsista ya el culto<br />

externo, permanece, sin embargo, el fin de<br />

ese culto. Por eso, después de esta vida<br />

permanece el carácter: en los buenos para<br />

su gloria, y en los malos para su propia<br />

ignominia, como ocurre con los soldados,<br />

cuyo carácter militar se conserva también<br />

después de la victoria: en los que vencieron<br />

a título de gloria, y en los vencidos para su<br />

castigo.<br />

ARTICULO 6<br />

¿Imprimen carácter todos los<br />

sacramentos de la nueva ley?<br />

Sent. 4 d.4 q.l a.4 q. a 2.3; d.7 q.2 a.l q."l; d.23 q.l a.2<br />

q."3; In Heb. c.ll lect.7; Op. V De Art. Fidei<br />

Objeciones por las que parece que todos<br />

los sacramentos de la nueva ley imprimen<br />

carácter.<br />

1. Todos los sacramentos de la nueva<br />

ley comunican una participación del sacerdocio<br />

de Cristo. Pero el carácter sacramental,<br />

como se ha dicho (a.3.5), no es más que<br />

una participación del sacerdocio de Cristo.<br />

Luego parece'que todos los sacramentos de<br />

la nueva ley imprimen carácter.<br />

2. Aún más: el carácter es al alma, donde<br />

reside, lo que la consagración a los<br />

objetos consagrados. Pero todos los sacra-<br />

/ La existencia del carácter sacramental y la imposibilidad de reiterar los sacramentos que lo<br />

imprimen, pertenece a la confesión de Trento (DS 1609).

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