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Tertia Pars - Suma Teológica

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66 Tratado del Verbo encarnado C.2 a.l<br />

unión. Luego la unión no se efectuó en la<br />

naturaleza .<br />

Solución. Hay que decir. Para solventar<br />

esta cuestión conviene tener en cuenta la<br />

noción de naturaleza. Etimológicamente, el<br />

nombre de naturaleza viene o está tomado<br />

de naciendo. Por lo que, en primer lugar, se<br />

usó tal nombre para designar la generación<br />

de los vivientes, que se llama natividad o<br />

germinación: por eso naturaleza equivale a<br />

la/lo que ha de nacer. Después el nombre de<br />

naturaleza se desplazó a significar el principio<br />

mismo de la generación. Y corno el<br />

principio de la generación en los seres vivos<br />

es algo intrínseco, el término naturaleza<br />

pasó a significar más adelante cualquier<br />

principio intrínseco de movimiento. De ahí<br />

que diga el Filósofo en II Physic. 8 : La naturaleza<br />

es principio de movimiento en el ser en que<br />

está en virtud de sí misma y no accidentalmente.<br />

Tal principio es la forma o la materia. Por<br />

eso la palabra naturaleza unas veces significa<br />

forma, y otras materia. Y como en el ser<br />

engendrado el fin de la generación natural<br />

es la esencia específica, que es la expresada por la<br />

definición, de ahí que naturaleza signifique<br />

además esencia específica. Así la define<br />

también Boecio en el libro De Duabus<br />

Nat. 9 : Naturaleza es la diferencia específica que<br />

informa cada cosa, es decir, la que satisface la<br />

definición de la especie.<br />

Tomando la naturaleza en este sentido,<br />

es imposible que la unión del Verbo encarnado<br />

se haya hecho en la naturaleza. Dos o<br />

más realidades pueden llegar a formar una<br />

sola de tres modos. Primero, permaneciendo<br />

íntegras las dos realidades que se unen.<br />

Esto sólo puede cumplirse en las cosas cuya<br />

forma es la composición, el orden o la<br />

figura. Así, muchas piedras, reunidas sin<br />

orden, forman un montón; piedras y maderas,<br />

dispuestas en determinado orden, constituyen<br />

una casa. Algunos defendieron que<br />

la unión del Verbo encarnado era de este<br />

género, o como simple confusión de cosas<br />

desordenadas, o como algo dotado de cierta<br />

proporción ordenada.<br />

Pero esto no es posible. En primer lugar,<br />

porque la composición, el orden o la figura<br />

no son formas sustanciales sino accidentales.<br />

Y de esta manera la unión de la encar-<br />

8. C.l n.2 (BK 192b21): S. TH., lect.1. 9. C.1: ML 64,1342.<br />

nación no sería sustancial, sino accidental,<br />

explicación que será rechazada después<br />

(a.6). En segundo lugar, porque así no se<br />

formaría un solo ser absolutamente, sino<br />

bajo algún aspecto, pues, de hecho, las<br />

realidades siguen siendo diversas en acto.<br />

En tercer lugar, porque tal forma no es<br />

natural, sino artificial, como lo es la forma<br />

de la casa. Y de este modo no se daría en<br />

Cristo una sola naturaleza, como ellos quieren.<br />

Segundo, cuando una realidad se constituye<br />

a base de otras dos, que son perfectas<br />

en sí mismas, pero que han sido transformadas<br />

por la unión. Así, varios elementos<br />

simples dan lugar a uno compuesto. Y así<br />

algunos dijeron que la unión de la encarnación<br />

era de este estilo, es decir, que estaba<br />

hecha a modo de combinación.<br />

Pero tampoco esto puede sostenerse. En<br />

primer lugar, porque la naturaleza divina es<br />

totalmente inmutable, como ya queda dicho<br />

(1 q.9 a. 1.2). De ahí que ni ella puede<br />

convertirse en otra cosa, porque es incorruptible;<br />

ni cosa alguna cambiarse en ella,<br />

por ser ingenerable. En segundo lugar, porque<br />

lo mixto no pertenece a la especie de<br />

ninguno de los elementos mezclados: la<br />

carne difiere específicamente de cualquiera<br />

de los elementos que la integran. De este<br />

modo, Cristo no sería de la misma naturaleza<br />

divina que el Padre, ni de la misma<br />

naturaleza humana que su Madre. En tercer<br />

lugar, porque no puede lograrse la mezcla<br />

de cosas excesivamente distantes entre sí,<br />

pues uno de ellos pierde su especie, como<br />

sucede si se mezcla una gota de agua con<br />

un cántaro de vino. Según esto, por exceder<br />

infinitamente la naturaleza divina a la humana,<br />

no habría mezcla, sino que permanecería<br />

sólo la naturaleza divina.<br />

Tercero, cuando algo se constituye a base<br />

de elementos imperfectos, que no son<br />

transformados por la unión. Este es el caso<br />

del hombre, formado de alma y cuerpo y<br />

de miembros diversos.<br />

Pero tampoco esto puede aplicarse al<br />

misterio de la encarnación. En primer lugar,<br />

porque tanto la naturaleza divina como la<br />

humana son perfectas en su especie. En<br />

segundo lugar, porque ambas naturalezas<br />

no pueden constituir un todo cuantitativo,<br />

b. Naturaleza significa la esencia o definición de una realidad; así decimos que el hombre es animal<br />

(género) racional (diferencia específica).

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