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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.46 a.10 Sobre la pasión de Cristo 411<br />

Primera, para hacer más estimable su amor,<br />

puesto que entregaba su vida por nosotros<br />

cuando se hallaba en la flor de la misma.<br />

Segunda, para que no se dejase ver en él<br />

decaimiento de la naturaleza, como tampoco<br />

enfermedad, según se ha dicho antes<br />

(q.14 a.4). Tercera, para que, muriendo y<br />

resucitando en edad juvenil, demostrase de<br />

antemano en sí mismo la condición futura<br />

de los resucitados. Por lo cual se dice en<br />

Ef 4,13: Hasta que lleguemos todos a la unidad<br />

de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al<br />

varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud<br />

de Cristo.<br />

ARTICULO 10<br />

¿Padeció Cristo en el lugar apropiado?<br />

Supra q.35 a.7 ad 1; infra q.83 a.3 ad 1; /» Mt. 27; In<br />

lo. 19 lect.3<br />

Objeciones por las que parece que Cristo<br />

no padeció en el lugar apropiado.<br />

1. Cristo padeció en su naturaleza humana,<br />

que fue concebida por la Virgen en<br />

Nazaret, y que nació en Belén. Luego parece<br />

que no debió padecer en Jerusalén, sino<br />

en Nazaret o en Belén.<br />

2. Aún más: la verdad debe corresponder<br />

a la figura. Pero la pasión de Cristo<br />

estaba figurada por los sacrificios de la ley<br />

antigua. Y tales sacrificios se ofrecían en el<br />

templo. Luego también Cristo debió padecer<br />

en el templo, y no fuera de las puertas<br />

de la ciudad.<br />

3. Y también: la medicina debe responder<br />

a la enfermedad. Ahora bien, la pasión<br />

de Cristo fue medicina contra el pecado de<br />

Adán. Pero éste no fue sepultado en Jerusalén,<br />

sino en Hebrón, pues en Jos 14,15 se<br />

dice: El nombre primitivo de Hebrón fue Quiryat-Arbé;<br />

Adán, el mayor de todos, fue enterrado<br />

allí, en tierra de los Anaquitas. Luego parece<br />

que Cristo debió padecer en Hebrón y no<br />

en Jerusalén.<br />

En cambio está lo que se lee en<br />

Le 13,33: No es posible que un profeta perezca<br />

fuera de Jerusalén. Por consiguiente, padeció<br />

oportunamente en Jerusalén.<br />

Solución. Hay que decir: Como se escribe<br />

en el libro Octoginta trium quaest. 54 , el Salvador<br />

lo realizó todo en los lugares y en los tiempos<br />

apropiados, porque, así como todas las cosas<br />

están en sus manos, así también lo están<br />

todos los lugares. Y, por consiguiente, lo<br />

mismo que Cristo padeció en el tiempo<br />

debido, igualmente padeció en el lugar<br />

oportuno.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: Cristo padeció convenientísimamente<br />

en Jerusalén. Primero,<br />

porque Jerusalén era el lugar elegido por<br />

Dios para que allí le fueran ofrecidos los<br />

sacrificios. Tales sacrificios figuraban la pasión<br />

de Cristo, que es el verdadero sacrificio,<br />

según aquellas palabras de Ef 5,2: Se<br />

entregó a si mismo como hostia y oblación de suave<br />

olor. Por lo cual dice Beda 55 , en una Homilía,<br />

que acercándose la hora de la pasión, quiso el Señor<br />

acercarse al lugar de la pasión, es decir, a Jerusalén,<br />

adonde llegó cinco días antes de la<br />

Pascua; como el cordero pascual, cinco días<br />

antes de la Pascua, esto es, en la décima<br />

luna, era llevado al lugar de la inmolación,<br />

conforme al precepto de la ley (cf. Ex 12).<br />

Segundo, porque la eficacia de su pasión<br />

debía extenderse por todo el mundo, quiso<br />

padecer en medio de la tierra habitable, es<br />

decir, en Jerusalén. Por esto se dice en Sal<br />

73,12: Dios, nuestro Rey antes de los sidos,<br />

* ~s O '<br />

realizó la salvación en medio de la tierra, es decir,<br />

en Jerusalén, de la que se asegura ser el<br />

ombligo de la tierra 56 .<br />

Tercero, porque esto convenía en grado<br />

sumo a su humildad, es a saber: para que,<br />

como eligió el más infame género de muerte,<br />

así también correspondió a su humildad<br />

el no rehuir padecer la ignominia en un<br />

lugar tan célebre. Por lo que el papa León,<br />

en un Sermón de Epifanía* 3 ' 7 , dice: El que<br />

había tomado la forma de siervo, prefirió Belén<br />

para su nacimiento, Jerusalén para su pasión.<br />

Cuarto, para hacer ver que la iniquidad<br />

de los que le mataron tuvo su origen en los<br />

príncipes del pueblo. Y por eso quiso padecer<br />

en Jerusalén, donde ellos vivían. De<br />

donde, en Act 4,27, se face: Juntáronse en esta<br />

dudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste,<br />

Herodesy Pondo Pilato, con los gentiles y el pueblo<br />

de Israel.<br />

2. A la segunda hay que dedr: Cristo no<br />

padeció en el templo o en la ciudad, sino<br />

fuera de sus puertas, por tres motivos. Pri-<br />

54. Cf. PSEUDO-AMBROSIO (Ambrosiaster), Quaest. Vet. et Nov. Test., P.I ex Nov. Test, q.55: ML<br />

35,2252. 55. Homiliae 1.1 homil.23 In Domin. Palmamm: ML 94,121. 56. Cf. JERÓNIMO, In<br />

Eych. 5,5,1.2: ML 25,54. 57. Sermones serm.31 c.2: ML 54,236.

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