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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.32 a.3 Sobre el principio activo de la concepción de Cristo 297<br />

activo en la generación, j la madre suministra la<br />

materia. Ahora bien, la Santísima Virgen se<br />

llama madre de Cristo a causa de la materia<br />

que suministró en la concepción. Luego<br />

parece que también el Espíritu Santo puede<br />

ser llamado padre de Aquél porque fue el<br />

principio activo en su concepción.<br />

2. Aún más: como las almas de los<br />

otros santos son formadas por el Espíritu<br />

Santo, de igual modo es formado por el<br />

Espíritu Santo el cuerpo de Cristo. Ahora<br />

bien, los otros santos, a causa de la formación<br />

predicha, son llamados hijos de toda la<br />

Trinidad, y, por consiguiente, del Espíritu<br />

Santo. Luego parece que Cristo debe ser<br />

llamado hijo del Espíritu Santo, por cuanto<br />

que su cuerpo fue formado por el Espíritu<br />

Santo.<br />

3. Y también: Dios es llamado Padre<br />

nuestro porque nos ha hecho, según aquellas<br />

palabras del Dt 32,6: ¿No es El tu padre,<br />

el que te poseyó, te hizo y te creó? Pero el Espíritu<br />

Santo hizo el cuerpo de Cristo, como queda<br />

dicho (a.l y 2). Luego el Espíritu Santo<br />

debe ser llamado padre de Cristo según el<br />

cuerpo formado por Aquél.<br />

En cambio está lo que dice Agustín en<br />

el Enchir. 15 : Cristo no nació del Espíritu Santo<br />

como hijo;y sí nació de la Virgen María como hijo.<br />

Solución. Hay que decir: los nombres de<br />

paternidad, maternidad y filiación siguen a<br />

la generación, pero no a cualquier generación,<br />

sino propiamente a la generación de<br />

los vivientes, y especialmente de los animales.<br />

No decimos, en efecto, que el fuego<br />

engendrado sea hijo del fuego que lo originó,<br />

a no ser que lo entendamos metafóricamente.<br />

Esto lo decimos solamente respecto<br />

de los animales cuya generación es más<br />

perfecta. Ni, con todo, recibe el nombre de<br />

filiación cuanto es engendrado en los animales,<br />

sino únicamente aquello que es engendrado<br />

a semejanza del que engendra. De<br />

donde, como escribe Agustín ló , no decimos<br />

que el cabello que nace del hombre sea<br />

hijo del hombre; ni decimos tampoco que<br />

el hijo que nace sea hijo del semen, porque<br />

ni el cabello tiene semejanza con el hombre,<br />

ni el hombre que nace tiene semejanza con<br />

el semen, sino con el hombre que engendra.<br />

Y si la semejanza es perfecta, también lo<br />

será la filiación, lo mismo en el orden divino<br />

que en el humano. Sin embargo, si la<br />

semejanza es imperfecta, también lo será la<br />

15. C.40: ML 40,252. 16. Enchir. c.39: ML 40,252.<br />

filiación. Como hay en el hombre una semejanza<br />

imperfecta con Dios, así en cuanto<br />

ha sido creado a imagen de Dios como en<br />

cuanto ha sido creado según la semejanza<br />

de la gracia. Y por eso el hombre puede<br />

llamarse hijo suyo de las dos maneras, a<br />

saber: bien por haber sido creado a su<br />

imagen, bien por haber sido asemejado a El<br />

mediante la gracia.<br />

Pero es necesario tener presente que,<br />

cuando de un ser se predica una propiedad<br />

según una razón perfecta, no debe predicarse<br />

de él esa misma propiedad por una razón<br />

imperfecta. Por ejemplo, al decirse de Sócrates<br />

que es hombre por naturaleza según<br />

la razón propia de hombre, nunca se dirá<br />

de él que es hombre conforme al significado<br />

de esa palabra en una pintura de un<br />

hombre, aunque él sea parecido a otro<br />

hombre. Ahora bien, Cristo es Hijo de Dios<br />

según la razón perfecta de filiación. Por<br />

consiguiente, aunque por razón de su naturaleza<br />

humana haya sido creado y justificado,<br />

no debe ser llamado hijo de Dios ni por<br />

razón de la creación, ni en virtud de la<br />

justificación, sino exclusivamente por razón<br />

de la generación eterna, según la cual es<br />

Hijo sólo del Padre. Y, por tanto, en modo<br />

alguno debe ser llamado Cristo hijo del<br />

Espíritu Santo, ni tampoco hijo de toda la<br />

Trinidad.<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A. la<br />

primera hay que decir: Cristo fue concebido de<br />

la Virgen María al suministrar ésta una materia<br />

específicamente semejante. Y por este<br />

motivo se llama hijo suyo. Pero Cristo, en<br />

cuanto hombre, fue concebido del Espíritu<br />

Santo como de principio activo, y no según<br />

una semejanza específica, al modo en que<br />

el hombre nace de su padre. Y, por tanto,<br />

Cristo no se llama hijo del Espíritu Santo.<br />

2. A. la segunda hay que decir: Los hombres<br />

que espiritualmente son formados por el<br />

Espíritu Santo, no pueden llamarse hijos de<br />

Dios según el concepto perfecto de filiación.<br />

Y por ese motivo se llaman hijos de<br />

Dios según una filiación imperfecta, que se<br />

produce a través de la semejanza de la<br />

gracia, que proviene de toda la Trinidad.<br />

Pero, cuando se trata de Cristo, media una<br />

razón diferente, como acaba de decirse (en<br />

la solución).<br />

3. A la tercera hay que decir lo mismo.

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