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Tertia Pars - Suma Teológica

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C.76 a.7 El modo de estar Cristo en este sacramento 673<br />

Respuesta a las objeciones: 1. A la<br />

primera hay que decir: El argumento está basado<br />

en el movimiento accidental, según el<br />

cual, cuando nos movemos nosotros se<br />

mueven también las cosas que hay en nosotros.<br />

Sin embargo, aun así, no sucede lo<br />

mismo con las cosas que de suyo no pueden<br />

ocupar un lugar, como son las formas y las<br />

sustancias espirituales. Pues bien, a esta<br />

última clase de movimiento se puede reducir<br />

el movimiento accidental que atribuimos<br />

a Cristo según el ser que tiene en el sacramento,<br />

donde no está localizado.<br />

2. A. la segunda hay que decir: Esa parece<br />

ser que ha sido la razón que movió a<br />

algunos n a decir que el cuerpo de Cristo<br />

no permanece en este sacramento si se le<br />

reserva para el día siguiente. Contra ellos<br />

dice San Cirilo 12 : Pierden la razón los que dicen<br />

que la mística bendición pierde la fuerza santificadora<br />

si quedasen tronos para el día siguiente.<br />

Porque el sacrosanto cuerpo de Cristo no está sujeto<br />

a cambio, sino que la virtud de la bendición y la<br />

gracia vivificadora están perennemente en él. Por<br />

otra parte, las demás consagraciones permanecen<br />

también establemente mientras permanecen<br />

las cosas consagradas, por lo que<br />

no se reiteran. Aunque la verdad corresponda<br />

a la figura, no puede adecuarse a efla.<br />

3. A. la tercera hay que decir: El cuerpo de<br />

Cristo permanece en este sacramento no<br />

sólo hasta el día siguiente, sino también por<br />

tiempo indefinido, mientras permanecen las<br />

especies sacramentales. Al desaparecer éstas<br />

deja de estar el cuerpo de Cristo en ellas,<br />

no porque dependa de ellas, sino porque<br />

desaparece la relación del cuerpo de Cristo<br />

a esas especies. De la misma manera que<br />

Dios deja de ser Señor de la creatura cuando<br />

ésta desaparece d .<br />

ARTICULO 7<br />

¿Puede el cuerpo de Cristo en este<br />

sacramento ser visto con los ojos, al<br />

menos glorificados?<br />

Infra a.8; Sent. 4 d.10 a.4 q. a !.4.5<br />

Objeciones por las que parece que el<br />

cuerpo de Cristo en este sacramento puede<br />

ser visto con los ojos, al menos glorificados.<br />

1. Nuestros ojos no ven el cuerpo de<br />

Cristo en este sacramento a causa de las<br />

especies sacramentales que lo velan. Pero<br />

nada puede impedir que los cuerpos glorificados<br />

vean los cuerpos como son. Luego<br />

los ojos glorificados pueden ver el cuerpo<br />

de Cristo en este sacramento.<br />

2. Aún más: los cuerpos gloriosos de<br />

los santos serán configurados con el cuerpo de la<br />

claridad de Cristo, como se dice en Flp 3,21.<br />

Pero Cristo con sus ojos se ve a sí mismo<br />

en este sacramento. Luego, por la misma<br />

razón, cualesquier otros ojos glorificados<br />

pueden verle a él.<br />

3. Y también: los santos en la resurrección<br />

serán como los ángeles, según se<br />

dice en Le 20,36. Pero los ángeles ven el<br />

cuerpo de Cristo en este sacramento, porque<br />

también se dice que los demonios<br />

respetan y temen este sacramento. Luego,<br />

por la misma razón, los ojos glorificados<br />

pueden ver el cuerpo de Cristo en este<br />

sacramento.<br />

En cambio no puede una misma cosa<br />

ser vista por un mismo observador de diversas<br />

maneras. Ahora bien, los ojos glorificados<br />

siempre ven a Cristo en su propia<br />

naturaleza, según aquello de Is 13,17: verán<br />

al rey en su esplendor. Luego parece que los<br />

ojos glorificados no ven a Cristo tal y como<br />

está en el sacramento.<br />

Solución. Hay que decir: Hay dos clases<br />

de ojos: los corporales, propiamente dichos,<br />

y los intelectuales, llamados así en sentido<br />

metafórico. Ningún ojo corporal puede ver<br />

el cuerpo de Cristo, tal y como está en el<br />

sacramento. En primer lugar, porque el<br />

cuerpo se hace visible reflejándose en el aire<br />

ambiental a través de los accidentes. Ahora<br />

bien, los accidentes del cuerpo de Cristo<br />

están en este sacramento a través de la<br />

sustancia, de tal manera que los accidentes<br />

del cuerpo de Cristo no tienen una relación<br />

inmediata ni con las especies de este sacramento<br />

ni con el ambiente que le circunda.<br />

Por lo que no pueden reflejarse en el aire<br />

ambiental de tal modo que puedan ser vistos<br />

con los ojos corporales. En segundo<br />

lugar, porque, como se ha dicho antes (a.l<br />

ad 3; a.3), el cuerpo de Cristo está en este<br />

11. Algunos monjes citados por CIRILO ALEJAND., ep.83 Ad Calosyrium: MG 76,1076.<br />

Ad Calosyrium: MG 76,1076; cf. Caí. aur. in Le 22,19 § 5.<br />

12. Epist. 3<br />

d. Así se justifican la permanencia y la reserva eucarísticas que más tarde confesó el Concilio de<br />

Trento (DS 1657).

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