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Tertia Pars - Suma Teológica

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CUESTIÓN 53<br />

Sobre la resurrección de Cristo<br />

Comenzamos ahora a tratar de lo que pertenece a la exaltación de Cristo". Y:<br />

Primero, de su resurrección; segundo, de su ascensión (q.57); tercero, de su<br />

asentamiento a la derecha del Padre (q.58); cuarto, de su poder judicial (q.59).<br />

Sobre lo primero se plantean cuatro temas de reflexión: Primero, sobre la<br />

propia resurrección de Cristo; segundo, sobre la cualidad del resucitado (q.54);<br />

tercero, sobre la manifestación de la resurrección (q.55); cuarto, sobre su causalidad<br />

(q.56).<br />

Acerca de lo primero se plantean cuatro problemas:<br />

1. Sobre la necesidad de su resurrección.—2. Sobre el tiempo.—3. Sobre<br />

el orden.—4. Sobre la causa.<br />

ARTICULO 1<br />

¿Fue necesario que Cristo resucitase?<br />

In Sent. 3 d.21 q.2 a.l<br />

Objeciones por las que parece no haber<br />

sido necesario que Cristo resucitase.<br />

1. Dice el Damasceno, en el libro IV ] :<br />

La resurrección es un levantarse por segunda vez<br />

del cuerpo animal que se corrompió y cayó. Pero<br />

Cristo no murió por causa del pecado, ni se<br />

corrompió su cuerpo, como es manifiesto<br />

por lo dicho anteriormente (q.15 a.l; q.51<br />

a.3). Luego no le conviene propiamente<br />

resucitar.<br />

2. Aún más: cualquiera que resucita es<br />

promovido a algo más alto, porque levantarse<br />

equivale a moverse hacia lo alto. Ahora<br />

bien, el cuerpo de Cristo, después de su<br />

muerte, permaneció unido a la divinidad, y<br />

de esta manera no pudo ser promovido a<br />

algo más alto. Luego no le competía resucitar.<br />

3. Y también: todo lo hecho tocante a<br />

la humanidad de Cristo, se ordena a nuestra<br />

salvación. Pero para nuestra salvación era<br />

suficiente la pasión de Cristo, por la que<br />

hemos sido Hberados de la culpa y de la<br />

pena, como es claro por lo dicho antes<br />

(q.49 a.l y a.3). Luego no fue necesario que<br />

Cristo resucitase de entre los muertos.<br />

En cambio está lo que se dice en Le<br />

24,46: Era necesario que Cristo padeciese j resucitase<br />

de entre los muertos.<br />

Solución. Hay que decir: Fue necesario<br />

que Cristo resucitase por cinco motivos.<br />

Primero, para recomendación de la justicia<br />

divina, que es la encargada de exaltar a los<br />

que se humillan por Dios, según aquellas<br />

palabras de Le 1,52: Derribó a los poderosos de<br />

su trono, j exaltó a los humildes. Así pues, al<br />

haberse humillado Cristo hasta la muerte de<br />

cruz, por caridad y por obediencia a Dios,<br />

era necesario que fuese exaltado por Dios<br />

hasta la resurrección gloriosa. Por lo que,<br />

en el Sal 138,2, se dice de su persona: Tú<br />

conociste, esto es, aprobaste mi sentarme, es<br />

decir, mi humillación y mi pasión y mi resurrección,<br />

lo que equivale a mi glorificación por la<br />

resurrección, como lo expone la Glosa 2 .<br />

Segundo, para la instrucción de nuestra<br />

fe. Por su resurrección, efectivamente, fue<br />

confirmada nuestra fe en la divinidad de<br />

Cristo porque, como se dice en 2 Cor 13,4,<br />

aunque fue crucificado por nuestra flaquera, está<br />

sin embargo vivo por el poder de Dios. Y, por este<br />

motivo, se escribe en 1 Cor 15,14: Si Cristo<br />

1. De Fide Orth., c.27: MG 94,1220. 2. Glossa inferí. (111,291 v); Glossa LOMBARDI: ML 191,1212.<br />

Cf. AGUSTÍN, Enarr. in Psalm., ps.138,2: ML 37,1786; CASIODORO, Expos. in Psalt., ps.138,2: ML 70,984.<br />

a. Se dedica el mismo número de qq. a la exaltación de Cristo que en su pasión-muerte. Desde<br />

el primer momento queda bien claro que la resurrección pertenece al misterio de la salvación como<br />

aspecto positivo de la misma (q.53, a.l c., arg. 5 y sol.3). Según I-II, q.113 a.l, en el dinamismo de<br />

la justificación, «perdón de los pecados» y «posesión de la justicia» son indisociables; somos<br />

perdonados para recibir la adopción de hijos.

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