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tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

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Parte primera. Pedro Lavirgen, etapas cordobesa y madrileña (1930-1961)<br />

Baena Coca cuando salía <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> las Escolapias, acompañada <strong>de</strong> las<br />

hermanas <strong>de</strong> Pedro Lavirgen. De aquí surge <strong>una</strong> relación amistosa entre Pedro y<br />

Paquita que marcará la vida <strong>de</strong> ambos.<br />

La familia <strong>de</strong> Pedro había intentado rehacer sus vidas tras el paréntesis que<br />

supuso la guerra. Sus abuelos paternos ya no tenían la pana<strong>de</strong>ría y su padre,<br />

Antonio Luis Lavirgen, por petición <strong>de</strong> su propia cuñada se había hecho<br />

responsable <strong>de</strong> la espartería. Así que los hermanos <strong>de</strong> Pedro y sus primos, todos<br />

estaban en el mismo negocio; hacían capachos para las prensas <strong>de</strong> la aceit<strong>una</strong> <strong>de</strong><br />

las almazaras, y todos los enseres <strong>de</strong> esparto que todavía eran usados en el mundo<br />

rural. Faltaba que él, como uno más <strong>de</strong> la familia, también se incorporara al<br />

mundo <strong>de</strong>l trabajo. Acudirá al taller <strong>de</strong> Antonio el albardonero, pero esta labor<br />

afectaba a su salud y fue <strong>de</strong>saconsejada por el médico:<br />

“Las albardas eran los aperos <strong>de</strong> las mulas, el relleno <strong>de</strong> las yuntas,<br />

hechas <strong>de</strong> crin vegetal, <strong>de</strong>l que salía un polvo terrible. Mi tarea era <strong>de</strong>shacer el<br />

almohadón viejo, <strong>de</strong>scoserlo, y al abrirlo, salía un polvo con el que estuve a punto<br />

<strong>de</strong> morir.” 187<br />

Con <strong>una</strong> salud tan frágil se hace necesario buscar <strong>una</strong> alternativa y orientar<br />

el futuro laboral <strong>de</strong>l joven. El profesor mercantil José Melero, que llevaba las<br />

cuentas <strong>de</strong> la espartería familiar, solicitó a su padre permiso para formarlo en lo<br />

que normalmente hacen todos los niños <strong>de</strong> su edad: leer, escribir y hacer cuentas.<br />

Coincidiendo con estos años se produce un conflicto en la vida interior <strong>de</strong><br />

Pedro, motivado por los distintos modos <strong>de</strong> ver el mundo que coexisten en su<br />

entorno. De un lado sus hermanos y amigos, con i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> izquierdas;<br />

por otro, la formación religiosa adquirida en la estancia en el Hogar y Clínica <strong>de</strong><br />

San Rafael. Es un choque entre ambientes muy importante dada la situación social<br />

<strong>de</strong> la posguerra, <strong>de</strong> anticlericalismo y religiosidad, en <strong>una</strong> etapa confusa en la<br />

formación <strong>de</strong> la personalidad <strong>de</strong> un adolescente que se siente “distinto” en su<br />

propio núcleo familiar.<br />

187 Í<strong>de</strong>m.<br />

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